Ericsson reduce un 70% su beneficio por la reestructuración
El resultado de la sueca, afectado por la caída de la filial de terminales
Ericsson se convirtió ayer el coprotagonista, junto a Vodafone, de las turbulencias que aquejaron a los valores del sector de las telecomunicaciones en las bolsas, especialmente en Europa. La multinacional sueca, líder de infraestructuras de telefonía móvil anunció que había reducido su beneficio neto en el segundo trimestre en un 70% en relación del mismo periodo del año anterior. La caída se ha producido desde 6.400 millones de coronas suecas (677 millones de euros) hasta 1.900 millones de coronas (201 millones de euros).
El mal comportamiento de la compañía sueca (cuya filial española da trabajo a unas 3.500 personas y su facturación es la quinta mayor del grupo con 954 millones) se ha debido a la evolución negativa sufrida por su participada dedicada a la fabricación de terminales de telefonía móvil, Sony-Ericsson. Esta empresa reportó hace una semana unos beneficios trimestrales que suponen una caída del 97% en relación al mismo periodo del año anterior.
Igualmente el fabricante ha imputado en su balance unos gastos de reestructuración de 1.800 millones de coronas (190 millones de euros) que influyen de manera muy importante en el recorte de sus beneficios trimestrales.
El resultado operativo se redujo de 9.300 a 4.700 millones de coronas (983 a 497 millones de euros). La cifra de negocios, por el contrario, creció de 47.600 hasta los 48.500 millones de coronas (5.033 hasta 5.128 millones de euros).
'En general los negocios presentan una evolución estable', dijo en un comunicado el presidente del grupo, Carl-Henric Svanberg, quien pese a ello espera que las actividades sigan siendo débiles a lo largo del año, básicamente por la fuerte competencia china.
Fuentes de Ericsson en España señalaron que se han visto sorprendidos por la reacción del mercado, aunque señalan que las turbulencias de ayer se produjeron tras la intervención de Sarin.
Más nervios en la Bolsa que en las empresas
'Este sector no está en crisis, pese a la desaceleración económica'. Así lo creen empresas y analistas, quienes apuntaron que el episodio protagonizado ayer responde más al nerviosismo de los mercados que a una situación real de crisis de esta industria. Fuentes de Ericsson señalaron que en los próximos años debe existir una fuerte demanda para el despliegue de redes de banda ancha y nada indica que los pedidos vayan a hundirse. Luis Padrón, de Fortis, aseguró, que no existe razones objetivas para que haya una revisión a la baja de los indicadores, pero 'lógicamente todo puede empeorar'. Aunque Nokia ganó un 61% menos en el segundo trimestre, los recientes de empresas como LG, que esta semana anunció beneficios récord gracias a sus móviles, y las ventas de los iPhones, de Apple, muestran que existe una cara más optimista.