Zapatero asegura que no "dará ningún paso atrás" en derechos sociales
'Aquí me tenéis, al servicio de los trabajadores'. Este fue el guiño final del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a los asistentes al acto de celebración del 120º aniversario del sindicato socialista UGT, al asegurar que no dará 'ningún paso atrás' en derechos sociales pese a la mala situación económica. Además, se marcó como prioridad reformar el antiguo Inem y la formación profesional.
A pesar de que los indicadores le recuerdan cada día al presidente del Gobierno que la economía va mal, José Luis Rodríguez Zapatero se mantiene firme en el avance de los derechos sociales. 'El futuro de España es más progreso, mejor distribución de la riqueza, más derechos sociales y más fortaleza económica', señaló en el Ateneo de Madrid, en la celebración del 120o aniversario de UGT.
Para lograrlo Zapatero recordó los frutos que el diálogo social ha dado a la economía en los últimos cuatro años, por eso aseguró que antes del 31 de julio habrá un acuerdo con sindicatos y empresarios para abrir las mesas de diálogo. Aunque esta vez se dé en condiciones de crisis. El presidente se marcó ayer dos objetivos prioritarios para este diálogo: 'una reforma a fondo del servicio público de empleo' -en un momento de incremento del paro- y mejorar la formación profesional.
Además aseguró que estará 'al lado de los trabajadores con el viento a favor o en contra', sin dar 'ningún paso atrás en derechos sociales'.
Para justificar la ampliación y el mantenimiento de los derechos se remitió a 'los valores históricos de la UGT' como 'valores indiscutibles de nuestra sociedad democrática' que han garantizado los derechos de los trabajadores. Los más importantes: la sanidad y la educación públicas, aunque 'algunos intenten horadarlos, como bien sabe el secretario general de UGT de Madrid', en referencia a las políticas liberales de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Zapatero recordó el tronco común del PSOE y de UGT, fundados ambos por Pablo Iglesias. Incluso se permitió bromear al decir que el partido es más antiguo que el sindicato hermano, nacido un 12 de agosto de 1888 en Barcelona.
'El primer Congreso del PSOE se celebró una semana después del de UGT', le recordó Cándido Méndez, secretario general del sindicato, recogiendo el guante. Pero las palabras de Méndez viajaron hasta la actualidad para centrarse en la 'crisis energética, financiera y alimentaria que tienen raíz en las políticas ultraliberales del presidente George Bush'.
El líder ugetista aseveró que la tasa de inflación de un 5% tiene relación con el precio del petróleo a nivel internacional, 'no con la evolución de los salarios' en España. Por eso UGT, 'preservará el nivel adquisitivo de los trabajadores' en la negociación colectiva.
Además, Méndez se quejó de la falta de defensa de los líderes de la UE del modelo social europeo. De hecho, recordó que para el 7 de octubre los sindicatos de la UE han convocado movilizaciones para rechazar la directiva de las 60 horas, norma a la que el Ejecutivo también se opone. Pero el líder sindical también se mostró contrario a la directiva de retorno (que permite la reclusión de hasta 18 meses de los inmigrantes irregulares), a diferencia del Gobierno, que sí la apoya.
'Estoy orgulloso de que UGT siga siendo un sindicato socialista', aseguró el presidente ante un auditorio entregado, formado mayoritariamente por sindicalistas y donde se encontraba el ex secretario general de UGT, Nicolás Redondo. Para deleite de los presentes se despidió con un 'aquí me tenéis, al servicio de los trabajadores de este país'.