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Tribuna
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Hipotecas 2.0

Los últimos datos publicados por el INE sobre la evolución del mercado hipotecario en España, además de certificar el parón del sector inmobiliario, revelan unos cambios de tendencia muy significativos que nos muestran que nos encontramos ante un nuevo tipo de lo que podríamos llamar consumidor hipotecario. Un nuevo modelo de consumidor, aun incipiente, que está dejando de actuar como mero sujeto pasivo que acata y firma lo que se le pone por delante y que empieza a emitir sus propios mensajes al mercado en lo que, emulando al mundo cibernético, podríamos definir como un nuevo entorno de hipotecas 2.0

Según esos datos del INE, el número de hipotecas que el pasado abril cambiaron sus condiciones de contratación se ha incrementado un 36,8% respecto a hace un año. Los casos en los que se cambiaron las condiciones de los tipos de interés, el 38,7% del total, se incrementaron un 28,7% y los casos en los que se produjo un cambio de entidad financiera aumentaron el 40,7%.

Estos nuevos hipotecados, aun incipientes, insisto, muestran una cultura financiera cada vez más amplia. Saben que estamos en un mercado en movimiento que se va extendiendo cada vez más. Que el mercado financiero es cada vez más competitivo y que eso beneficia al usuario. Que día a día se lanzan nuevos productos que mejoran las condiciones de los existentes y que todos, incluidos los hipotecados, pueden acceder a ellos. Que cada vez está más claro que las condiciones que un día se pactaron con el banco se pueden renegociar. Que una hipoteca no es una condena a 30 años sin posibilidad de remisión de pena. Que hay otros bancos o cajas de ahorros además del de la esquina y que por muy ético y profesional que sea el director de la sucursal de la esquina, nunca nos dirá, 'en el banco de enfrente tienen una hipoteca mejor que la nuestra'.

También, poco a poco, y a la vista de esas cifras, parece que el nuevo consumidor hipotecario está aprendiendo a mover su hipoteca para obtener el máximo beneficio de ella. Está dándose cuenta de que una hipoteca es una herramienta financiera de uso múltiple que puede servir para algo más que para pagar una vivienda. Que la hipoteca, en la mayoría de los casos la decisión financiera más importante que toma a lo largo de su vida, puede ser, inteligentemente gestionada, un factor para mejorar sus condiciones de vida.

Este nuevo consumidor hipotecario merece ser protegido. La vigente crisis financiera va a obligar a cambios radicales en el modelo bancario que incrementarán notablemente el protagonismo del cliente final, del hipotecado.

Bancos y cajas tendrán que hacer esfuerzos importantes para cuidar a esos clientes. Esfuerzos pro activos, para ampliar el conocimiento de sus necesidades y poder adelantarse a la hora de proponerles soluciones. Esfuerzos en la relación con esos clientes. No se les puede tratar como meros pagadores de créditos o hipotecas, sino como activos esenciales para el desarrollo del negocio con los que se debe establecer un marco de relación abierto que les permita las más amplias posibilidades negociadoras. De lo contrario, los perderán.

Los intermediarios financieros también tendrán que hacer esfuerzos para proteger a este nuevo hipotecado que emerge en el mercado. Esfuerzos para orientarles en el cada vez más complejo mercado financiero; para ofrecerles más y mejores servicios; para convertirse en sus socios y aliados en la búsqueda de los productos y servicios financieros que satisfagan sus necesidades.

Estoy seguro de que en los próximos meses los datos que publique el INE sobre la evolución del mercado hipotecario van a ir confirmando este cambio en la configuración de las características del usuario de hipotecas. Los índices que reflejan cambio en las condiciones en las que se negocian estos productos financieros van a incrementarse notablemente, prueba decisiva de que el traslado de un entorno de mercado 1.0, unidireccional siempre, hacia otro 2.0, bidireccional e interactivo, se está produciendo de una manera irrefrenable.

Ángel Bouzas. Consejero delegado de Freedom Finance

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