Nefinsa jugará un papel de bisagra en la nueva Vueling entre Iberia y Lara
Vueling y Clickair han anunciado una fusión entre iguales, pero Iberia tiene una posición accionarial de mayor fuerza que la familia Lara. En este contexto el grupo Nefinsa consigue una capacidad mediadora que utilizará, ya que afirma que tiene vocación decidida de participar y sacar adelante la reestructuración del sector de vuelos domésticos.
Los respectivos consejos de las aerolíneas de bajos costes españolas Vueling y Clickair aprobaron el lunes el acuerdo marco para culminar la fusión entre ambas compañías en una nueva empresa que mantendrá el nombre de Vueling. La resultante, como ya estaba previsto, tendrá sede en Barcelona y su socio industrial y principal accionista será Iberia. Inversiones Hemisferio, vinculado a la familia Lara y Nefinsa, le acompañaran en el accionariado.
Aunque todavía no se han hecho públicos de manera oficial los porcentajes de participación que tendrán los principales socios de la nueva empresa, en el sector se ha resaltado el papel protagonista, como tercero en discordia, que adquirirá el grupo Nefinsa, dueño de la aerolínea regional Air Nostrum, franquicia para este tipo de vuelos de Iberia. Todas las fuentes consultadas señalan que jugará un papel de mediador o de bisagra para aunar las posiciones de los otros dos propietarios.
En el comunicado conjunto hecho público el lunes se insiste que la operación se hace 'entre iguales'. En la realidad Iberia, además del socio industrial es el accionista mayoritario, mientras que Inversiones Hemisferio puede quedar con un número de acciones inferior a la mitad de las que controle la aerolínea de bandera.
El Gobierno catalán cree que la operación favorece a El Prat
Fuentes cercanas al grupo Nefinsa han asegurado que su presencia en el nuevo proyecto se justifica por tres razones fundamentales. La primera que son socios de Iberia y que ésta colaboración ha sido la base del crecimiento de Air Nostrum durante la última década. La segunda, que han mostrado su vocación de participar en el proceso de reestructuración del sector doméstico aéreo español. En tercer lugar señalan que el aeropuerto de Barcelona es una pieza crucial en su estrategia de futuro y apuestan por conseguir el mayor crecimiento, tanto por la vía Air Nostrum, como con la participación en Vueling.
José Manuel Lara se mostró ayer satisfecho por el cierre de la operación, que en un principio, le dará el 15% de la aerolínea resultante. 'Habrá que ver como queda el reparto en los siguientes diseños de la operación', apuntó. Lara resaltó que la operación ha sido 'un proceso largo' que ha requerido de una valoración para asegurar 'una alma propia' a la nueva compañía. Por ello, insistió en que 'la nueva Vueling' será una compañía independiente pese a tener como primer accionista industrial a Iberia. 'El nuevo consejo deberá ser independiente del socio mayoritario', puntualizó. Una vez superados los trámites de la CNMV, se establecerá un nuevo plan.
La Generalitat también dio su visto bueno a la operación pese al dominio de Iberia en Vueling. Contra la aerolínea de bandera cargó el gobierno catalán una vez eliminó desde El Prat sus rutas a favor de Clickair. La nueva Vueling es la carta a la que juega el gobierno catalán para potenciar El Prat, aunque no traigan consigo vuelos transoceánicos. Atrás quedan sus intentos de convertir el aeropuerto catalán en el hub de Star Alliance para el sur de Europa o de aglutinar a empresarios catalanes para comprar Spanair.
Vueling fue la gran protagonista de la jornada bursátil de ayer. Los títulos de la aerolínea de bajo coste se revalorizaron un 18,8%, hasta cerrar a 6,5 euros. Por su parte, los de Iberia experimentaron una subida del 6,4% y se situaron en 1,4 euros. Fue la mayor revalorización del Ibex 35.
Cuando uno más uno es igual a uno
La unión de Vueling y Clickair no es la crónica de una fusión anunciada. Durante meses, el orgullo de los consejos de administración de ambas aerolíneas negó lo que el mercado y la lógica empresarial reclamaban: una integración que pusiera punto y final a una guerra por ofrecer al consumidor la tarifa más barata. El imparable avance del precio del carburante impuso la cordura a principios de año, cuando ambas empresas sólo veían en una forzada unión la garantía para asegurar su supervivencia.Iberia, accionista de referencia de Clickair, y la familia Lara, principales socios de Vueling deciden sentarse a negociar, aunque los efectos adversos del avance del precio del oro negro y la guerra de tarifas ya han hecho mella en sus cuentas de resultados. Las dos aerolíneas paralizan sus planes de expansión de rutas y el crecimiento de flota. Vueling cerró 2007 con unas pérdidas récord de 62,3 millones de euros y registró en este primer trimestre 32,4 millones. A su favor juega el hecho de haber logrado idear un nuevo concepto de low cost, que ha sabido atraer sobre todo al público más joven. La ruta que emprenden ahora juntas no está exenta de obstáculos. El precio del crudo no da tregua, aunque es un hecho extensible a todo el sector. Y en su feudo, Cataluña, sigue la competencia feroz de dos grandes rivales: Easyjet y Ryanair. La eliminación de un competidor inquieta a las asociaciones de consumidores que ya intuyen que se acabó la posibilidad de volar a una capital europea por 30 euros. 'Una fusión siempre es negativa para el usuario porque reduce la oferta y puede dar lugar a abusos', señalan.En un entorno de turbulencias, difícilmente pueden juntas ampliar su radio de acción, el objetivo que mueve cualquier fusión aérea. Vueling y Clickair deben hacer un exhaustivo análisis de las rutas no rentables, lo que se traducirá en una reducción de oferta. En la actualidad, se solapan en un 30% de ellas. Vueling ya ha empezado a hacer los deberes. Trabaja para incrementar los ingresos por pasajeros en detrimento de la ocupación de vuelos e incluso se han cedido aviones a terceros. Es la senda iniciada para lograr alejar las pérdidas de la nueva Vueling.