Depósitos fértiles en el escaparate bancario
Seguirán siendo el producto estrella en los próximos meses. La necesidad de recursos de la banca y el alza del euríbor favorecerán su rentabilidad.
Los depósitos van a seguir reinando de forma indiscutible en la oferta de las entidades financieras. Un año después del estallido de la crisis subprime en Estados Unidos, y cuando ya nadie duda de la gravedad de la situación de la economía, los bancos siguen necesitando inevitablemente de sus clientes para captar recursos a un precio razonable. Y los ahorradores han aprendido en estos últimos meses que las dificultades de la banca para obtener financiación se traducen en depósitos cada vez más atractivos.
El alza del euríbor, que tan pesado lastre supone para las hipotecas, tiene como contrapartida la mejora de la remuneración de los depósitos. Esta misma semana, Openbank y Activobank han dado un nuevo paso al frente en la dura competencia por captar clientes y han anunciado que elevan la rentabilidad de sus depósitos a un año al 6% TAE durante el mes de julio. El listón se eleva cada vez más y deja obsoletas las ofertas de hace tan sólo unos meses, cuando la rentabilidad del ahorro a plazo parecía haber alcanzado techo en el 5% anual. Pero esta carrera por mejorar la rentabilidad de los depósitos no es sino la respuesta al avance en paralelo que registra el euríbor a un año en los últimos 12 meses, que se ha colocado en el 5,4% desde el 4,5% de julio de 2007. Este índice interbancario se ha adelantado con sus subidas a la decisión anunciada este pasado jueves por el Banco Central Europeo de elevar los tipos de interés de la zona euro del 4% al 4,25%. Pero el euríbor sigue mirando más allá y refleja la desconfianza que atenaza a la banca a la hora de prestarse dinero entre sí.
Las entidades financieras reconocen que el euríbor no ha tocado techo por la sencilla razón de que persisten con fuerza las dudas sobre la salud de la economía y su impacto en la fortaleza de la banca. Y las ofertas en depósitos recogerán de forma inevitable las alzas del mercado interbancario. 'El producto estrella durante los próximos meses van a continuar siendo los depósitos', apuntan fuentes de Banco Sabadell. En esta misma línea, Blanca Monge, directora de banca personal de Popular, reconoce que 'la competencia seguirá siendo muy feroz mientras haya crisis de liquidez, y por ahora no hay visos de cambio'. En su opinión, el depósito tradicional seguirá siendo el protagonista de las ofertas de ahorro durante este año y buena parte de 2009, lo que abre futuras posibilidades de rentabilidad para los clientes. No en vano, la abundante oferta en depósitos de ahorro ha vuelto a la clientela mucho más exigente, según reconocen en el sector. Y el momento del vencimiento del producto puede suponer el abandono de la entidad si no se sabe mimar al cliente. 'Hay mucho trasiego de clientes entre unas entidades y otras. Muchos ahorradores toman decisiones por precio', señala Jorge Buergo, director de marketing de Caja Duero.
Las ofertas más tentadoras -como el 6% TAE a un año de la última hornada de depósitos de la banca online- van destinadas precisamente a captar dinero procedente de otras entidades o se amplían, en todo caso, a la clientela que eleva su saldo con la entidad. Pero también hay que evitar que el cliente se marche. 'No tenemos una campaña específica, pero sí existe la directriz comercial de no perder saldos de nuestros clientes, para lo que disponemos de una batería de productos suficientemente amplia', aseguran en Banco Sabadell.
Desde Bankinter avanzan que 'el producto estrella seguirá siendo el depósito, pero las ofertas con tipos más atractivos irán cada vez más acompañadas de un mayor número de condiciones: dinero nuevo para la entidad, contratación de otros productos o mantenimiento de saldo'. En Caixa Galicia afirman que van a afectar los vencimientos de deuda que tienen muchas entidades y que fuerzan a los que no tenemos problemas de liquidez a entrar en una guerra de precios. 'Por este motivo, creemos que en el segundo semestre se va a incrementar mucho la competencia', comentan. Si el ahorrador decide desertar, deberá tener en cuenta dos premisas fundamentales: encontrar un nuevo depósito en el que su ahorro no pierda poder adquisitivo, es decir, que consiga batir a una inflación galopante, y asegurarse de cuál será la rentabilidad del producto al cabo de un año. No conviene dejarse deslumbrar por depósitos mensuales al 10% TAE ya que, a menos que se renueven cada mes, la rentabilidad anual queda en un exiguo 0,83%. De hecho, y con una perspectiva a 12 meses, la actual oferta de depósitos a corto plazo no consigue batir en rentabilidad a los depósitos a un año. Productos como la imposición a seis meses de Unicaja al 5,33% TAE, una de las más elevadas para ese periodo, queda en el año en el 2,665%. Y un depósito al 7% TAE a tres meses -disponible en Barclays o Caja Duero- resulta en un 1,75% en rentabilidad anualizada. En definitiva, los plazos más cortos permiten ir aprovechando las mejores ofertas al hilo del alza del euríbor, aunque al cabo del año la remuneración puede resultar menor que si se optó por un depósito con un plazo a 12 meses.
Y fuera del abrigo de los depósitos, el panorama para el ahorro es abiertamente hostil. 'Dada la situación de los mercados, el foco se pone en captar recursos de balance, lo que da lugar a una atractiva oferta de depósitos', explican en Santander. Y a los peligros de los mercados, se añade la inflación, del 5,1% según el dato adelantado de junio. 'Al margen de los depósitos a un año o más, que consiguen batir ligeramente ese 5,1%, no existen otros productos que puedan asegurar al cien por cien una rentabilidad superior', reconoce Domingo Peña, director de recursos e inversión de Bankinter.
Los depósitos estructurados lo intentan, con una parte de la inversión vinculada al mercado de valores o a activos con perspectivas de revalorización en el tiempo, como el dólar o las materias primas, y otra parte en imposiciones a plazo fijo que apenas ofrecen una rentabilidad superior al 6% TAE anual.
Aluvión de oferta de estructurados
La necesidad de las entidades de obtener liquidez de manera urgente ha provocado un auténtico aluvión de ofertas de depósitos estructurados. 'El interés ahora es centrarse en la captación de fondos que se computen en balance, en detrimento de los fondos de inversión que están fuera de balance', reconocen en el sector financiero. La razón es que la crisis que estalló hace ya un año ha generado fuertes tensiones en el mercado interbancario, la vía por la que la banca se abastece habitualmente de liquidez, y ha obligado a las entidades a buscar nuevas alternativas para cuadrar sus balances.Los depósitos estructurados garantizan el capital invertido y prometen una rentabilidad adicional en función del comportamiento de todo tipo de activos, desde acciones hasta renta fija o materias primas. Aunque en muchos casos ofrecen rentabilidades superiores a los depósitos tradicionales, hay que tener cuidado ya que el rendimiento final dependerá de la evolución del subyacente que se haya elegido. También hay que tener en cuenta el método de cálculo que utilizan las entidades financieras, que varía desde las rentabilidades medias del valor de referencia o en términos absolutos desde la fecha de contratación del producto hasta su vencimiento.La oferta cada vez es más amplia. La Caixa ha lanzado un depósito cuya retribución está vinculada a la inflación (el dato de mayo más un diferencial), mientras que otros han completado su abanico con productos referenciados al dólar o al petróleo.Y más sofisticada. La semana pasada, Santander arrancó con la cuarta campaña de Divide y Vencerás, un seguro de ahorro que remunera el 40% de la inversión con un 6% durante 18 meses. El 60% restante se invierte en siete activos financieros clave de la economía: renta fija, variable europea, americana, japonesa y española, materias primas y el dólar.
Cómo elegir la mejor oferta
1. Sencillez. La principal ventaja de los depósitos tradicionales es la sencillez de sus condiciones. Se trata de productos en los que la entidad financiera da una remuneración determinada por confiar el dinero durante un periodo. Pero no hay que dejarse deslumbrar por algunas ofertas que prometen una rentabilidad de hasta el 10% TAE, ya que al tratarse de depósitos que vencen al mes la remuneración final que se obtiene en el año es del 0,83%. Por eso en muchos casos resulta más interesante contratar un producto a un año, que en estos momentos abonan hasta el 6%.2. Liquidez. La decisión de optar por un plazo más corto o largo depende de las necesidades de liquidez que tenga cada cliente. Sin embargo, muchas entidades incluyen la posibilidad de rescatar el dinero antes de la cancelación del depósito a cambio de una comisión de reembolso. Si se prefiere tener disponible el dinero, es preferible contratar alguna de las cuentas remuneradas que existen en estos momentos en el mercado. ING Direct, por ejemplo, paga un 5% y, además, devuelve el 2% del importe de los recibos que el usuario tenga domiciliados en la entidad. Activobank, de Banco Sabadell, también abona un 5% en su cuenta por internet durante los seis primeros meses.3. Comisiones. Los depósitos son el único producto financiero que no está sujeto a comisiones de administración y mantenimiento. Sólo en el caso de que el cliente quiera recuperar su dinero antes del vencimiento la entidad aplica un cargo, que puede oscilar entre el 0,5% y el 2,5%, o se pierde parte de los intereses generados. Banco Pastor es uno de los pocos que permite cancelar el depósito sin penalización. Como la rentabilidad que ofrecen los depósitos es fija, tampoco cuentan con las clásicas comisiones de gestión que se cobran en los fondos de inversión.4. Importe mínimo. Algunas entidades exigen que se ingrese un importe mínimo en sus depósitos, lo que les hace inaccesibles a los ahorradores más modestos. Finantia establece este umbral en 100.000 euros (su depósito a un año renta un 5,57%), mientras que ING Direct pide un mínimo de 50.000 euros (paga el 4,35%) y Banco Pastor de 25.000 euros (abona en su depósito el 5,75%). Bancaja rebaja este listón hasta los 300 euros, Bankinter a los 500 euros y Openbank sólo establece como requisito que se incremente el saldo. Otra condición habitual es que se requiera dinero de nuevos clientes, aunque se puede solventar este escollo retirando el dinero y luego contratando el producto.