El plan de austeridad de Aguirre se limita a una remodelación del Gobierno madrileño
El plan de austeridad que Esperanza Aguirre anunció la semana pasada se ha quedado en una remodelación del Ejecutivo y en la fusión de distintas consejerías. De momento, no existe, materialmente, ni un plan ni una batería de medidas económicas. La presidenta de la Comunidad de Madrid negó que la reforma responda a rencillas políticas y justificó los cambios por la 'grave crisis económica'.
El debate semántico, tan de moda en las últimas semanas, se adueñó ayer también de la Comunidad de Madrid. Mientras la oposición habla de crisis de Gobierno, la presidenta de la Comunidad utiliza el término 'remodelación del Ejecutivo'. Y asegura que los cambios -desaparecen tres consejerías y abandonan el Gobierno hasta cinco consejeros- no responde a una venganza contra los miembros de su gabinete que apoyaron al presidente del PP, Mariano Rajoy. El único fin de la reforma, según Aguirre, es hacer frente a la 'grave crisis' que atraviesa España y contrarrestar la 'inactividad' del Gobierno socialista.
En cualquier caso, el Gobierno regional no ha aprobado ningún plan ni ha elaborado una batería de medidas para reducir, por ejemplo, el gasto corriente como hizo Castilla y León, o frenar el número de inversiones públicas, como anunció la Comunidad Valenciana. La austeridad de Aguirre, de momento, se limita a cambios dentro de la Administración y a la congelación del sueldo de todos los altos cargos.
Las consejerías de Economía y Hacienda, hasta ahora independientes, se unirán bajo la batuta de un nuevo consejero, Antonio Beteta. A él, le corresponderá elaborar la política de austeridad. Aguirre no quiso confirmar ni desmentir si, antes de a Beteta, había ofrecido el cargo al ex presidente de Endesa y diputado del PP, Manuel Pizarro. El ya ex consejero de Economía, Fernando Merry del Val, se convertirá en vocal del Consejo Consultivo del Gobierno de Madrid. Engracia Hidalgo, hasta esta semana consejera de Hacienda ocupará Familia y Asuntos Sociales. Los dos cambios más polémicos son los del consejero Manuel Lamela (Transportes e Infraestructuras) y del vicepresidente Alfredo Prada (Justicia y Administraciones Públicas). Ambos políticos se incorporaron, en el Congreso del PP del pasado fin de semana, a la dirección del partido por voluntad de Mariano Rajoy. Sobre su futuro, Aguirre aseguró que Lamela 'ocupará un lugar de responsabilidad en el ámbito financiero de la Comunidad pero fuera del Gobierno'.
Manuel Lamela abandona el Ejecutivo, pero ocupará 'un lugar de responsabilidad en el ámbito financiero de la región'
Caja Madrid
Ayer se barajó la posibilidad de que Aguirre hubiera ofrecido a Lamela un puesto en el consejo de Caja Madrid. 'Es posible que acepte una actividad a tiempo parcial en el ámbito económico financiero', dijo, escueto, Lamela. La presidenta de Madrid desveló que cuando le comunicó su salida del Ejecutivo a Alfredo Prada, éste le dijo que se había quedado huérfano siendo muy joven y que siempre había sabido resolver su vida 'muy bien'. Prada, según Aguirre, está dispuesto a seguir siendo diputado en la Asamblea de Madrid y mantenerse activo dentro del proyecto político del PP. Sin embargo, fue el único de los consejeros salientes que faltó a la toma de posesión de los nuevos cargos. Junto a Prada, también abandonan el Ejecutivo, Gádor Ongil (Familia y Asuntos Sociales) y Beatriz Elorriaga (Medio Ambiente y Ordenación del Territorio). Ambas irán al Senado.
En el PP se habla de 'pataleta'
Rajoy, según fuentes populares, defiende que la reforma de Aguirre se trata de un tema interno. Sin embargo, dentro del partido, muchos creen que prescindir de Alfredo Prada y Lamela tres días después del Congreso del PP en Valencia supone un pataleta de Aguirre y una venganza contra los dos miembros de su gabinete que apoyaron públicamente a Rajoy.
La mayoría de consejeros salientes conocieron la noche del miércoles la decisión de Aguirre. Ayer, en muchos departamentos de la administración la incertidumbre era total y numerosos asesores y cargos públicos desconocían aún su futuro.
Beteta adelgazará la Administración
El nuevo consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta, recurrió a la ortodoxia liberal en su primera comparecencia. Aseguró que es necesario 'adelgazar' la Administración porque el dinero 'donde mejor está es en el bolsillo de los ciudadanos y no gastándolo el Gobierno'. Beteta es partidarios de 'reducir el gasto burocrático, evitar la regularización excesiva y bajar los impuestos' para afrontar la situación de crisis 'delicada' que sufre España.El ya ex portavoz del PP en la Asamblea, al igual que Esperanza Aguirre, no precisó el objetivo de ahorro público que se han marcado ni el número de puestos públicos que se eliminarán con la nueva política de austeridad.'No se trata de perjudicar el funcionamiento de cualquier servicio por aquello de dar un titular rápido, se trata de trabajar en serio para tener resultados importantes', explicó.