La UE abre hoy el registro de lobbies que actúan en Bruselas
Cientos de consultoras y despachos de abogados tendrán que comunicar a quién representan y cuánto cobran
Los miles de lobbistas que pululan cada día por Bruselas tienen a partir de hoy una cita casi inexcusable con el registro de grupos de interés que pone en marcha la Comisión Europea. Por primera vez en 50 años de actividad comunitaria, Bruselas aspira a hacer un retrato financiero y corporativo de una actividad que mueve millones de euros cada año y marca toda la actividad legislativa de la UE.
El registro lo ha creado el departamento comunitario de Administración, auditoría y lucha contra el fraude, que dirige el comisario Siim Kallas. Y aunque la inscripción, en teoría, es voluntaria, la Comisión no oculta que su intención es que las empresas o sus representantes que se nieguen a facilitar la información solicitada acaben convirtiéndose en los parias de la capital comunitaria.
El departamento de Kallas extiende la invitación a apuntarse a casi todas las organizaciones que defienden intereses propios o ajenos en Bruselas, con independencia de su facturación o número de empleados.
La CE espera enrolar en el listado desde sindicatos y patronales, hasta despachos de abogados, consultoras y, por su puesto, organizaciones no gubernamentales. Sólo los organismos públicos, como las representaciones de autoridades regionales o locales, parecen exentas de la obligación de registrarse, aunque también se les ofrece la posibilidad de hacerlo si lo desean.
El registro de la Comisión establece varias categorías de lobbistas, con diferentes obligaciones de transparencia financiera.
Las primera, destinada consultoras y despachos de abogados, requiere revelar los ingresos obtenidos con el servicio de lobby ante las instituciones europeas, así como el nombre los clientes a los que se representa.
En una segunda categoría se integrarán las empresas que actúan en Bruselas y las asociaciones profesionales, que deberán ofrecer una estimación sobre el coste que les supone su representación en la capital comunitaria. Si no disponen de delegación en Bruselas, deberán calcular grosso modo el coste de enviar periódicamente a la capital europea a alguno de sus empleados.
Por último, las ONG y los institutos de estudios y think tanks deberán inscribirse en la tercera y cuarta categoría, que requieren muchos menos datos. Bastará con que comunique el presupuesto global de la organización y sus fuentes de financian.
Por supuesto, en todos los casos, Bruselas permite que los lobbistas amplíen la información requerida. La Comisión se compromete a no elaborar estadísticas ni análisis sobre los datos financieros facilitados, aunque sí publicará el número total de lobbistas y la categoría a la que pertenecen.
Código de conducta
La CE advierte que la inscripción en el registro no reporta ningún privilegio ni permite acceso a información privilegiada. Por el contrario, los lobbistas registrados se comprometen a respetar el código de conducta, con normas sobre transparencia, honestidad e integridad, que la CE aprobó el pasado mes de mayo.