Las carteras de renta fija a corto plazo resisten el embate de los mercados
Los mínimos del año en la renta variable española estaban a un palmo de terreno este pasado viernes, apenas 200 puntos. El mercado bursátil está en claro retroceso tras las fuertes pérdidas de esta semana, en la que los planes de pensiones han perdido en promedio algo más del 4%, lo que sitúa las pérdidas acumuladas en lo que va de año en torno al 17%. En la renta variable hay tan sólo cuatro planes de pensiones en positivo, aunque con ganancias muy exiguas que con casi total seguridad habrán desaparecido una vez contabilizados los retrocesos de este pasado viernes.
Con las pérdidas que han sufrido los planes bursátiles, a las que se pueden sumar las de los planes mixtos que tienen en la renta variable su principal ingrediente, más del 70% de los planes de pensiones se encuentra en negativo. Es decir, su valor de realización es inferior al que tenían cuando comenzó el año.
El único refugio en el que la inversión está logrando eludir las pérdidas es el de la renta fija a corto plazo, un segmento del mercado en el que los planes con ganancias son mayoría, aunque se trate de ganancias de muy escasa consistencia, pues apenas superan en la mayor parte de los casos el 1% en lo que va de año. Es decir, con pocas posibilidades de alcanzar a finales de año un rendimiento similar a la tasa de inflación, ya que la subida de los tipos de interés a corto plazo está en buena medida cerca de sus cotas más altas, si se cumplen los pronósticos de pequeñas subidas en el tramo final del año, algo que ya descuentan los mercados.
En la renta fija a medio y largo plazo, la situación es menos favorable para los inversores, ya que las subidas de las rentabilidades en los bonos han trasladado menores valoraciones a las carteras de los planes y, por ello, han generado una caída de rentabilidad en éstos. La mitad de los planes de renta fija a largo plazo presenta minusvalías a estas alturas del año, aunque de cuantías moderadas por lo general.