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Opinión
Tribuna
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Seguimos apostando por la competitividad

Los últimos treinta años constituyen el episodio de más rápida transformación y modernización que, a lo largo de la historia, ha experimentado la economía y la sociedad españolas. Hechos tan significativos como la integración en la Unión Europea o la creación de la moneda única han sido aprovechados por nuestras empresas, que han sido capaces de adaptarse con éxito a todos esos acontecimientos. En conjunto, la sociedad ha sabido avanzar, recuperar y consolidar la presencia que corresponde a una economía como es la española en el contexto mundial.

Durante estas últimas tres décadas, desde el punto de vista empresarial y desde la perspectiva que proporciona la atalaya de las Cámaras de Comercio, se ha constatado un creciente dinamismo y modernización tanto de las instituciones empresariales como de las empresas.

Así, hace 30 años eran escasas las empresas que exportaban; sin embargo, hoy en día muchas de nuestras compañías figuran entre las más exitosas a escala mundial. Asimismo, hace tres décadas sólo unas decenas de compañías, de determinados sectores, tenían una inversión de dimensión relevante en el exterior. Hoy, son muchos los sectores y son miles las empresas que tienen presencia e implantación en terceros países. En las páginas de la prensa económica internacional, hace 30 años, las empresas españolas brillaban por su ausencia.

Hoy, son reconocidas en las Bolsas y mercados más importantes y aparecen de forma regular en los medios de comunicación extranjeros por sus operaciones y actividades. Diversas actuaciones en materia de política económica han impulsado la competitividad empresarial. No cabe duda de que en este proceso de modernización ha jugado un papel determinante la adopción de una política de estabilidad macroeconómica y de liberalización e introducción de mayor competencia en los mercados. Estas iniciativas, entre otras, son ya indispensables para ofrecer un contexto adecuado para la actividad económica, tal y como hacen los países más competitivos.

Desde el punto de vista de la promoción comercial exterior, cabe destacar la creación del Instituto Nacional de Fomento de la Exportación (INFE) en 1982, posteriormente transformado en Instituto de Comercio Exterior (Icex), el surgimiento de unidades de promoción en el seno de las comunidades autónomas y la labor de las propias Cámaras de Comercio. Estas instituciones han supuesto un espaldarazo definitivo a este proceso de internacionalización. Hoy por hoy, siguiendo con el balance de las tres últimas décadas y sin caer en la autocomplacencia, podemos decir que el saber hacer de nuestros empresarios, el dinamismo de nuestra economía, el apoyo institucional y el esfuerzo de todos han dado sus frutos.

Hemos sido capaces de adaptarnos a un entorno cambiante y de asumir con optimismo los retos que se nos planteaban desde el punto de vista institucional -democratización de las instituciones, integración en un área comercial, moneda única- y también los generados por el propio mercado: globalización, aparición de nuevos competidores, uso de las nuevas tecnologías o las oscilaciones de los precios de las materias primas. En la actualidad, queremos y debemos seguir apostando por la iniciativa empresarial y la internacionalización. Por ello, desde las Cámaras de Comercio consideramos que la economía española necesita otra nueva ola de políticas en favor de la competitividad, que atañen al entorno mismo en el que se desenvuelven las empresas en nuestro país. Me refiero, en primer lugar, a la necesidad de simplificar las relaciones de la empresa con las Administraciones públicas.

Igualmente, defendemos la necesidad de realizar un nuevo esfuerzo para corregir el retraso que existe en materia de nuevas tecnologías y de innovación. Asimismo, tampoco podemos desatender el capital humano y la creciente necesidad de formación, especialmente en lo que se refiere a la introducción en todos los niveles formativos de valores empresariales -liderazgo, capacidad de adaptación, motivación o innovación- o el manejo de idiomas y la formación permanente. Sólo garantizando la competitividad interna de nuestras empresas podemos ser competitivos en el exterior.

Desde la perspectiva de la internacionalización no se puede obviar la necesaria transformación de la política exterior para orientarla hacia un mejor servicio a la empresa. En este nuevo contexto, espero y deseo que el diario CincoDías siga siendo testigo fiel de los nuevos éxitos de las empresas y la economía españolas. Por ello, hoy me uno con auténtica satisfacción al aniversario de este diario, pionero y decano de la prensa económica en nuestro país, que, en su larga y dilatada trayectoria, ha sido capaz de alcanzar y consolidar un espacio destacado dentro de su ámbito de actuación. Desde aquí envío a todo el equipo mi más cordial enhorabuena.

Javier Gómez-Navarro. Presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio

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