Del aislamiento al boom de las infraestructuras

A finales de los setenta, Extremadura vivía los últimos coletazos de la masiva emigración que, en menos de dos décadas, hizo que abandonaran la comunidad más de 700.000 personas (aproximadamente el 54% de la población con la que contaba en 1950), fenómeno agravado por el hecho de que la mayoría de los que se marcharon fueron extremeños en edad laboral, lo que supuso que se duplicase la tasa de envejecimiento hasta quedar en el 13%. Ni siquiera el baby boom pudo paliar la sangría, y en cifras netas Extremadura vio caer su población desde casi 1,4 millones de habitantes a poco más de un millón.

Extremadura quedó así semidespoblada, con multitud de núcleos urbanos alejados unos de otros y con malas comunicaciones y carencias tan graves como la falta de agua corriente en muchas localidades o suministros eléctricos muy deficientes. La mitad de la población trabajaba en el campo, en producciones de escaso valor añadido. De puertas afuera, Extremadura, sin un solo kilómetro de autovía ni de vía férrea electrificada, estaba demasiado lejos de todo.

Con esos mimbres, Extremadura inició en 1978 su andadura preautonómica, con la vista puesta en tratar de mejorar las infraestructuras y en frenar la emigración para, a partir de ahí, intentar remontar el vuelo. En ese año el PIB superó por poco los 1.200 millones de euros. De lo avanzado en estos años puede dar cuenta el dato de que 2007 se cerró con un PIB superior a 17.527 millones.

Otro factor definitorio de la evolución de estas tres décadas es la reconversión agraria encubierta que ha vivido la región: más de 120.000 personas han dejado el sector agrícola, y esta fuerza laboral a duras penas ha sido absorbida por la industria (aún muy débil), la construcción (que ha duplicado su peso) y, sobre todo, por el sector servicios, que acapara ahora el 63% del empleo total.

En cuanto a las infraestructuras, Extremadura cuenta con más de 600 kilómetros de autovía, lo que, entre otras cosas, ha acercado Badajoz a Madrid a poco más de tres horas y media; a Sevilla, por el sur; a Lisboa, por el oeste, y a Salamanca, por el norte. Pero hay en proyecto siete autovías más. No se puede decir lo mismo del ferrocarril, donde se está a la espera de que el AVE Madrid-Lisboa dé un verdadero vuelco a la situación.

Metas. Nuevas tecnologías y convergencia

A punto de cubrir su techo competencial, al que ya sólo falta la transferencia de la justicia, Extremadura se ha fijado como metas más importantes la implantación de las nuevas tecnologías en todos los niveles y la convergencia con la media de la UE. Para el primer reto, la base fue facilitar el acceso a las TIC desde la escuela, ejecutando un programa que estableció un ordenador por cada dos alumnos en la ESO.Para el segundo, se intenta exprimir al máximo la ayuda europea del actual periodo de programación 2007-2013, bajo la premisa de que, a partir de ese año, la UE cerrará el grifo. Hace 30 años, el PIB extremeño por habitante era el 44% de la media europea. En 1985 apenas se había avanzado hasta el 45%. La entrada de España en la UE supuso una inyección de fondos que hasta 2006 ha sumado 11.000 millones de euros, entre fondos estructurales y ayudas agrarias. Ello ha permitido que el PIB por habitante suba hasta el 69% de la media UE. El objetivo es cerrar 2013 a no más de 15 puntos de la media.

Datos

Habitantes: 1.089.990PIB per cápita: 16.080Superficie: 41.635 km2I+D/PIB: 0,73%Extranjeros: 2,7%Fuente: INE