El sentido común de Goldman
El rescate de Cheyne Finance, una insolvente SIV (structured investment vehicle), hizo aparecer algo semejante a la nostalgia. Primero, porque las SIV fueron unas de las primeras damnificadas en la crisis del crédito del pasado año. Segundo, porque el plan de Goldman Sachs para salvarlo ha recordado más bien a anticuadas ideas de sentido común y sencillez.
He aquí cómo habría funcionado. Goldman subastaría una pequeña parte de los bienes de la SIV, para lograr una idea del valor de mercado del resto. Cheyne vendería entonces los contenidos de la SIV a un nuevo vehículo. Los tenedores más antiguos de los títulos de Cheyne pueden o mover sus títulos hacia otros nuevos vehículos o cristalizar sus pérdidas agotándolas completamente.
Son malas noticias para los poseedores recientes de títulos, quienes proporcionan el 10% de los fondos de la SIV. Pueden ser borrados, incluso si los bienes subastados aportan un inesperado alto precio. Deloitte & Touche, el administrador de Cheyne Finance, puede argumentar siempre que el precio real de mercado -si todos los activos fueran colocados en el mercado de una vez- es más bajo.
El sacrificio de los acreedores más recientes es clave para la sencillez del esquema. Futuras decisiones acerca del nuevo vehículo serán mucho más fáciles si hay sólo una única clase de inversores. También ayuda la dependencia del mercado -sin modelos complejos- para buscar precios. Lo mejor de todo es que el plan elude la liquidación de activos, que podría hundir los precios más todavía.
El esquema podría funcionar para otras SIV tocadas -las cuales se estiman en unos 200.000 millones de dólares en activos. Puede ser también otra aplicación en el mundo corporativo, dondequiera que un administrador de una firma insolvente tenga el poder para decidir qué hacer con los activos.
Para Goldman es un auténtico golpe. El banco logró el éxito al cortar el nudo de la SIV, y probablemente un asiento en primera fila en adicionales reestructuraciones. Y un día, mientras el cambio tiene lugar, Goldman habrá desgajado eficazmente su balance -indudablemente por un sustancioso precio-. Por tanto cuando la saga de las SIV sea verdaderamente historia, nadie le habrá recordado como un perdedor.
Por John Foley
Lucha contra la inflación
Parece como si los marcianos tuviesen la culpa de la excesiva inflación en Reino Unido -o eso parece pensar Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra-. En su carta de ayer dirigida al ministro de Economía británico explica por qué la inflación se ha elevado al 3,3%, por encima del objetivo del 2%. King señala a los enemigos a combatir: los precios de la alimentación y de la energía que han aterrizado en Reino Unido, como extraterrestres invasores. King dice que los aliens representan un shock externo, fuera de su control. Afortunadamente, podrían irse en 'alrededor de dos años', y los británicos vivirán seguros otra vez en la tierra del 2%.Pero la historia del extraterrestre es ficción. Al mantener los tipos de interés demasiado bajos durante demasiado tiempo y permitiendo burbujas inmobiliarias y especulación para crecer con fuerza, el Reino Unido, como EE UU y la zona euro, ha ayudado a aparecer la inflación que ahora aflige al mundo. Demasiado dinero durante demasiados años.La pregunta, ahora que la inflación ha llegado, es cómo administrarla. El BCE está preparado para elevar los tipos otra vez. King mostró su preferencia por la paciencia, pero mantuvo todas las cartas en su mano. Si la inflación crece más del 4% a finales de este año, como predice en su carta, y comienza a expandir los precios y los salarios, el daño alienígena será grave. El Comité de Política Monetaria, que tiene encomendada mantener la inflación en Reino Unido bajo control, se verá forzado a utilizar el arma del aumento de tipos.Es la debilidad económica de Reino Unido, sin embargo, su verdadera arma antiinflacionista. Con la caída en picado del precio de la vivienda y las dificultades de consumidores y empresas, el gasto y los salarios se han contraído. El tipo de interés del 5% está todavía por encima de la inflación. La crisis crediticia ha elevado los tipos de interés a largo plazo, y también el hipotecario. La política monetaria puede ser bastante restrictiva, aunque decir que la expansión monetaria se ha mitigado, como King ha hecho, es ignorar que permanece en dobles dígitos.Para la economía de Reino Unido los peligros se han materializado ya. No puede prosperar con los extraterrestres inflacionarios por medio. Hay señales de recesión, incluso si el enemigo es combatido con paciencia. Nunca debería haberse permitido desarrollarse al monstruo.Por Ian Campbell