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Columna
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La economía hará a Rajoy presidente de España

Mariano Rajoy será el candidato del PP en 2012 y tiene muchas posibilidades de convertirse en el próximo presidente del Gobierno, vaticina el autor. En su opinión, el líder popular se aprovechará de su ventaja competitiva y golpeará sin piedad a Zapatero donde más le duele, en las cuentas públicas y el empleo

La economía derrotará al actual Gobierno. Zapatero ha estado más preocupado de tomar medidas estéticas que en gestionar una situación que se puede agravar hasta niveles aún desconocidos. Su pose le ha servido para salir favorecido en la foto del progresismo, pero no ha beneficiado para nada al bolsillo de los ciudadanos. El presidente está acostumbrado a sonreír y regalar sin reparar en gastos y sus dádivas nos gustaban mientras nadábamos en la abundancia. Ahora que nos toca apretarnos el cinturón dejaremos de reírnos con sus gracias y poses.

Estamos pasándolo mal, y queremos a un presidente que luche por nosotros. La realidad ha cogido a traspié al Gobierno. Durante meses negaron una crisis que ya nos carcomía las suelas, y cuando se está presentando con toda su crudeza, no saben qué hacer. Ya no nos vale lo del superávit público. Nos lo comeremos enterito este mismo ejercicio.

Estamos teniendo un extraño inicio de legislatura. En ninguna anterior se había producido tal sequía de iniciativas parlamentarias, y en ninguna otra el Gobierno había estado tan suelto y libre. El PP está resolviendo con retraso su juego de poder interno, y el Gobierno parece noqueado, sin saber bien cómo actuar ante lo que se le está viniendo encima. Las encuestas muestran una gran diferencia de intención de voto entre el PSOE y el PP. Zapatero está arriba, pero ya ha comenzado a minar su propia fortaleza.

Zapatero ha entrado con mal pie en la actual legislatura, negando una crisis económica que muchos ya padecen en sus propias carnes

Si la anterior legislatura comenzó con medidas acertadas -como la retirada de nuestras tropas de Irak-, en la actual ha entrado con mal pie, negando una crisis económica que muchos ya padecen en sus propias carnes. Los aplausos de hoy se mutarán en abucheos del mañana, cuando las deudas y el desempleo aprieten a cientos de miles de españoles que se habían acostumbrado a década y media de abundancia.

Rajoy ganará el congreso del PP, será el candidato en 2012, y tiene muchas posibilidades de convertirse en el próximo presidente de España. A su favor tiene la experiencia, la prudencia, el giro al centro y, sobre todo, un Gobierno socialista que puede terminar achicharrado de la legislatura. Muchos sonríen ante esta hipótesis. 'Rajoy no tiene carisma', argumentan. 'Sus rivales no le dejarán llegar a las elecciones', oímos con frecuencia. 'Se tendrá que marchar tras los fracasos de la autonómicas', vaticinan los augures. Es imposible leer el futuro, pero quienes así piensan pueden equivocarse estrepitosamente.

El poder es el que otorga el carisma, y Rajoy está ahora consiguiendo la legitimidad de su presidencia. A partir del congreso tendrá las manos libres para imponer su propia política y equipos. El PP no se partirá. Nuestro sistema político confabula a favor de los dos grandes bloques políticos. Algunos de los que ahora murmuran contra Rajoy correrán a ponerse a su servicio en cuanto obtenga el poder del partido. El gallego saldrá muy reforzado del congreso, y comenzará a desarrollar su estrategia a partir del próximo otoño. Rajoy irá poco a poco imponiéndose. Es hombre prudente y no cometerá grandes errores.

La crisis va a ser dolorosa, y nadie nos lo dice. Se nos acabó la bomba de la construcción cebada por una financiación internacional barata y abundante. Para salir de la crisis tendremos que ser competitivos. Durante estos pasados años hemos retrocedido en productividad y tendremos que hacer un gran esfuerzo para recuperarla. Deseo el mayor de los éxitos al diálogo social que ahora comienza, aunque veo muy complicado su desenlace. Lo más probable es que al Gobierno le toque adoptar medidas de verdad el próximo ejercicio, cuando las cosas se hayan puesto aún más feas.

Frente a la falta de credibilidad del Gobierno en economía, el PP goza de un buen recuerdo en la materia. Rajoy se aprovechará de su ventaja competitiva, y golpeará sin piedad a Zapatero donde más le duele, en las cuentas públicas y el empleo.

En su libro La era de las turbulencias, Alan Greenspan advierte que pasamos desde los estados de euforia a los de pánico sin solución de continuidad. Tiene razón. Como en otras ocasiones, también superaremos esta crisis. Pero saldremos de ella escarmentados de nuestros excesos y con un nuevo presidente del Gobierno.

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