La banca aún guarda sorpresas
Un informe del Instituto Internacional de Finanzas contabiliza ya pérdidas de las instituciones bancarias en todo el mundo de más de 246.000 millones de euros por la crisis de las hipotecas subprime que empezó a aflorar de forma explícita en las cuentas de resultados hace casi un año. Pero curiosamente las víctimas principales de este negro episodio de las finanzas mundiales han sido los bancos europeos. Y de forma especial la banca de inversión, que ha comprado para sus clientes y para sus balances los productos derivados que utilizaban como subyacente los activos hipotecarios vendidos en EE UU.
Cuando la crisis llegó a EE UU y el alza continua de los precios de los activos inmobiliarios que sostenía a los derivados se ha tornado en caída, los impagados se han generalizado, y con ellos las cuentas de los bancos se han resentido, así como los balances, puesto que han debido ajustar las valoraciones de todas sus carteras. La última víctima ha sido Lehman Brothers que ha reconocido en el segundo trimestre pérdidas de 1.765 millones de euros y la necesidad de recapitalizar el banco en unos 3.840 millones. Además, tal como ha tenido que hacer Citi, ha anunciado la venta de activos por valor de cerca de 90.000 millones de euros, y ha encajado, como todos los bancos americanos y los grandes europeos, severos castigos bursátiles.
La recapitalización de estas reputadas instituciones comenzó con la entrada de dinero de fondos soberanos o recursos de excedentes del petróleo, y con remuneraciones fuera de lo común. Pero siempre surgió capital para sostener las firmas, como surgió la intervención de la Reserva Federal para evitar la quiebra de Bear Stern y dar garantías de que el sistema financiero no cedería. Pero los requerimientos de los reguladores para que los bancos aflorasen sus pérdidas y corrigiesen las valoraciones de sus carteras no han sido plenamente atendidos: Lehman Brothers es un ejemplo de la resistencia. Pero sin hacerlo no volverá la confianza entre los bancos para garantizar liquidez a sus relaciones y crédito al sector productivo.