Los camioneros inician el pulso al Gobierno por el precio del gasóleo
'Ante la convocatoria de huelga en el transporte, le sugerimos adelante sus envíos antes del día 6 con el fin de garantizar sus entregas'. Esta recomendación realizada a sus clientes por una importante compañía de transporte ha sido seguida por muchas empresas, que han decidido incrementar la intensidad de sus envíos durante la pasada semana para paliar posibles problemas de desabastecimiento por el paro del transporte por carretera.
El último paro sectorial convocado por el transporte por carretera se produjo en octubre de 2005. Apenas duró 48 horas, pero fue suficiente para dejar sin productos básicos a muchos supermercados e hipermercados y sin componentes a un buen puñado de empresas industriales, entre ellas algunas grandes multinacionales que no vieron venir los efectos de un paro de esta naturaleza.
Esta vez, la huelga, que debe ser convocada según la ley con dos semanas de antelación ante la autoridad competente, ha cogido a las empresas con la guardia subida. Muchas de ellas han planificado un programa de transportes más intenso de lo habitual durante la semana pasada para paliar posibles problemas de abastecimiento, otras han diseñado planes de contingencia para garantizarse el suministro pese al paro, que implicará a más de 75.000 vehículos, uno de cada cuatro de los que trabajan el sector.
Estrategias contra una huelga
Los cargadores, las grandes empresas de distribución e incluso las compañías de transporte que no van a la huelga, muchas de las cuales subcontratan buena parte de sus servicios a pequeños transportistas (la masa crítica del paro convocado por la segunda patronal más representativa, Fenadismer) aseguran, de cara al exterior, que mantendrán sus servicios con normalidad a pesar del paro. Sin embargo, no han tardado en implementar estrategias para atenuar sus posibles efectos.
Y es que el problema ya no es sólo que una cuarta parte del sector haya decidido aparcar los camiones de forma indefinida desde la medianoche de ayer, sino que los huelguistas suelen bloquear los centros neurálgicos de distribución de las ciudades.
Muchos proveedores de alimentación como Fripan, líder en la distribución de masas congeladas, han optado por prevenir y han adelantado el tradicional reparto de la madrugada de los lunes al domingo para cumplir con sus clientes y sortear la posible acción de los piquetes. DHL aconsejó la semana pasada a sus clientes adelantar los pedidos que ya tuvieran previstos.
Según fuentes del sector, otros operadores están buscando conductores en el extranjero para que realicen el trabajo que no harán los huelguistas.
Temor en la distribución a problemas de abastecimiento
'Hay stock suficiente para garantizar un servicio normal a nuestros clientes'. Desde los departamentos de comunicación de las grandes empresas de distribución, la consigna es hablar de normalidad. No hay problemas y, si los hubiera, hay almacén suficiente para hacerles frente. Sin embargo, la secuencia de tiempos propia del abastecimiento de productos frescos anuncia restricciones en los lineales a partir del miércoles.No había oficialmente huelga el pasado viernes y ya hubo incidentes en Mercamadrid, el principal centro de distribución alimentaria de España, y se bloqueó la salida del Puerto de Tarragona.'A mediados de semana comenzará a haber problemas', admiten fuentes del sector. Primero dejará de haber alimentos frescos, luego no llegarán los lácteos y poco a poco, en función de lo que dure el paro, desaparecerán todos los productos perecederos.La preocupación es grande. Incluso desde el sector hortofrutícola, que no está viviendo un ejercicio especialmente boyante, se ha pedido a los huelguistas que permitan la distribución de sus mercancías.