En fondos, no es oro todo lo que reluce
La evolución de las carteras de materias primas ha sido dispar, porque dentro del sector hay varios tipos de fondos. En todo caso, los expertos recomiendan cautela.
Cuando se trata de fondos que invierten en materias primas cobra sentido más que nunca el refrán que dice que no es oro todo lo que reluce. Porque en esta familia habitan fondos de diversa tipología cuyo comportamiento es de todo menos homogéneo. Es decir, que no porque suba el precio de algunas materias primas las revalorizaciones de las carteras se disparan al unísono. Eso explica por qué dentro de los fondos de materias primas los hay que ganan cerca del 25% este año, los mejores, en tanto que entre los peores se observan minusvalías que llegan a superar el 12%.
'Hay que tener cuidado con los fondos de materias primas', advierte Daniel Aymerit, analista de fondos de Inversis Banco. 'Debemos distinguir entre dos grandes tipos de cartera: las que invierten en derivados sobre índices de materias primas y las que lo hacen en las acciones de empresas relacionadas con las materias primas'.
Los primeros suelen ser más volátiles y están más correlacionados con la evolución del precio de las materias primas. Los segundos también reaccionan a la evolución de los precios, pero en la cotización de las compañías influyen también otros factores, como pueden ser los fundamentales de la empresa o la situación de los mercados de renta variable. 'He visto subir a compañías en Bolsa porque sube el oro, pero también hay empresas en el sector que se ven afectadas por el efecto de la divisa, por los gastos o por las inversiones realizadas', explica José María Luna, director de análisis de Profim. 'Suele haber una correlación positiva, pero no siempre'.
Lo cierto es que en los primeros puestos de la tabla por rentabilidad aparecen fondos de ambos tipos. Entre los 20 primeros hay seis fondos que invierten en índices de materias primas, 13 que lo hacen en renta variable y uno cuya cartera combina ambos activos.
En principio, por la naturaleza de los instrumentos derivados y de las materias primas, se considera que la inversión en fondos sobre índices es más arriesgada, porque su comportamiento es más volátil. Pero dentro de estos fondos hay que hacer también distinciones. 'Hay fondos más diversificados que otros', comenta María Folqué, directora de análisis e inversiones de Tressis. 'Existen carteras que invierten en varios índices, por ejemplo de metales, petróleo o agricultura, y las hay más especializadas, ligadas a la evolución de un sólo índice'. No es lo mismo, además, invertir en una materia u otra, como el oro, el petróleo o los productos agrícolas, porque los factores que mueven sus precios no siempre coinciden.
No obstante, Daniel Aymerit recuerda que la inversión en fondos de empresas de materias primas no deja de ser una apuesta de riesgo. 'Son fondos agresivos, porque se invierte en renta variable', añade. Juega a su favor que las empresas que componen las carteras reaccionan a la evolución de las materias primas más lentamente -con menor volatilidad, por tanto-, y además el hecho de que los precios de los materiales básicos descienda desde máximos no tiene por qué afectar a las cuentas de estas compañías, cuyos márgenes se benefician de precios que históricamente siguen estando muy altos.
'Llegados a este momento da un poco de miedo invertir en fondos de materias primas, porque los precios han llegado a un territorio desconocido', reconoce María Folqué. Los expertos afirman que hay un factor estructural que está impulsando los precios, sobre todo en productos como el petróleo, porque ha crecido mucho la demanda, en tanto que la oferta no es elástica. 'Pero tampoco sabemos cuál es el grado de especulación que hay en estos mercados', subraya Folqué.
Existe un debate intenso sobre si se ha formado o no una burbuja en los mercados de materias primas, pero en términos generales los expertos consideran que aún tienen recorrido al alza. 'Desde que se forman las burbujas hasta que se frenan suele pasar un tiempo', afirma Víctor Alvargonzález, director general de Profim. 'Pero recomiendo mucha cautela en estos mercados y fijar límites de pérdidas. Son mercados estrechos y con poco volumen'.
Una exposición indirecta al sector
Existen maneras de ganar exposición a los mercados de materias primas sin tener que invertir directamente en este sector. Una de ellas es la apuesta por los mercados emergentes, muchos de ellos productores de materias primas.'Se puede diversificar dentro del mismo sector con exposición a diferentes tipos de fondos de materias primas', sostiene Daniel Aymerit, analista de fondos de Inversis Banco. 'Cuando compras un fondo que invierte en América Latina estás ganando exposición a las materias primas, porque estás comprando Brasil y México', explica.Otra opción es apostar por el mercado africano, donde muchos países se están desarrollando gracias a los ingresos procedentes de la exportación de materiales básicos.Otra vía consiste en apostar por fondos que tengan en sus carteras compañías de ingeniería o infraestructuras que trabajan para compañías mineras o petroleras. Un ejemplo claro es el de Técnicas Reunidas, que fabrica maquinaria de servicios petrolíferos, como pueden ser los tubos perforadores.Los analistas advierten que hay que controlar cuál es la exposición real de una cartera al sector de materias primas, porque puede suceder que el inversor tenga más de la que cree, si ha invertido en fondos de materias primas, pero también en fondos emergentes.Para una cartera agresiva, los expertos no recomiendan una exposición superior al 5% en el sector. Aunque consideran que es bueno tener algo de exposición porque debido al alza de los precios de los materiales básicos, estos fondos se pueden utilizar como cobertura ante la inflación.