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Columna
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La gran llamada de China

Los operadores de telefonía chinos necesitan ciertamente una sacudida. Pero la forzada reorganización del sector puede no incrementar la competencia y podría sembrar la confusión sobre los estándares tecnológicos. Las acciones de las compañías afectadas han caído cuando los inversores se llevaron el susto.

El Ministerio de Información e Industria prácticamente controla el acceso a internet -aprueba a los proveedores del servicio- y ahora tiene puesta su mirada en crear competencia en el mercado chino de telefonía móvil, con cerca de 600 millones de abonados, concertando la venta de CDMA, la red de 3G de China Unicom, y sus 43 millones de abonados al gigante de la telefonía fija China Telecom.

China Unicom parece haber salido mejor parado. Conserva su poco avanzada, pero más extensa y mejor desarrollada, red de GSM. También asume China Netcom (del que Telefónica posee un 5%), el segundo mayor operador de telefonía fija, dándole un empuje al mercado de banda ancha, el de mayor crecimiento y de más elevados retornos.

China Mobile parece haber tirado de la pajita más corta. Se ha tragado un operador secundario de telefonía fija no cotizado, China Tietong Telecommmunications. Es probable también que reciba la licencia para la tecnología de 3G preferida por el Gobierno, el naciente pero técnicamente inferior TD-SCDMA. La compañía necesitará gastar miles de millones en inversiones en infraestructuras, mientras las licencias de Unicom y China Telecom estarán basadas en los establecidos estándares de 3G, WCDMA y CDMA respectivamente.

Pero esto no quiere decir que su posición competitiva se debilite mucho. Con cerca del 70% de la cuota de mercado, China Mobile mantendrá su liderazgo, incluso cuando los reguladores creen una potencialmente desordenada guerra de estándares tecnológicos. Los diferentes estándares permiten a China Mobile apalancar su escala como líder del mercado para retener a sus abonados. Y no tendrá que emplear tanto esfuerzo al integrar su nueva adquisición como los otros.

Además, el Gobierno no tiene incentivos para paralizar al campeón nacional controlado por el Estado después de haberle cargado con el desarrollo de lo que el Gobierno considera una tecnología estratégica. Finalmente, China Mobile podría estar mejor situada para la carrera hacia la cuarta generación inalámbrica con TD-SCDMA, cuya evolución hacia el 4G será más fácil con la tecnología más sencilla.

Los inversores pueden recuperar su coraje, particularmente si inversores occidentales y fabricantes ven oportunidades. Pero las ventajas para los usuarios chinos de telefonía podrían tardar más en llegar.

Por John Zhu

Lehman o de cómo hundirse

El suelo parece estar moviéndose de nuevo en el sector bancario. Lehman Brothers se plantea una ampliación de capital de 4.000 millones de dólares (2.588 millones de euros), la primera desde su OPV de 1994, según The Wall Street Journal. Este paso se produce después de que el banco estadounidense realizará en abril una emisión de 4.000 millones de dólares en acciones preferentes con el propósito de hacer desaparecer las dudas respecto a la firma.Entonces, Richard Fuld Jr., el avezado director ejecutivo de Lehman, se unió a otros titanes de Wall Street pronosticando que la peor de las turbulencias en el mercado financiero estaba en el retrovisor. Demostrado está que ese optimismo era del todo prematuro.A Lehman, al igual que a sus rivales, le está resultando más difícil de lo esperado capear la carestía de crédito. Sus estrategias de cobertura no están funcionando, los préstamos sin colocar pesan en los balances y es difícil encontrar nuevos negocios que resulten rentables.Que Lehman siga adelante significa que abandona la ola pesimista. El banco hipotecario británico Bradford & Bingley se vio forzado a mudar su tono alegre el 2 de junio. No es de extrañar. El Banco de Inglaterra anunciaba ese día un nuevo récord a la baja en la suscripción de hipotecas. Horas más tarde, azotaba el desaliento desde Estados Unidos, donde Wachovia empaquetaba a su director ejecutivo y Standard & Poor§s acortaba posiciones en los ratingsde morosos de Lehman, Merrill Lynch y Morgan Stanley.Los índices bancarios han disfrutado de un rally de un 18% después de haber sido golpeados en marzo con la caída más fuerte de los últimos cinco años. Pero vuelven a mirar hacia abajo, cayendo un 10% después del reciente repunte. Los banqueros desean mantener los mercados a la baja, seguros de que pisan tierra firme. Los inversores, por su lado, ruedan con cautela. El suelo todavía puede hundirse más.Por Jeffrey Goldfarb

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