Trichet celebra el décimo aniversario del BCE a salvo de Sarkozy y Berlusconi
El BCE recibió ayer un aluvión de felicitaciones con motivo del décimo aniversario de su fundación, que tuvo lugar el 1 de junio de 1998. Y a la institución con sede en Fráncfort llegó un merecido reconocimiento por haber mantenido a raya la inflación desde 1999 con unos tipos de interés que no han superado nunca el 4,75% y que llegaron a caer hasta el 2%, el nivel más bajo en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
La fiesta de cumpleaños llega en un momento en que el actual presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, escucha críticas en países como Francia o Italia por su supuesta obsesión con la estabilidad de precios e indiferencia hacia el crecimiento. Pero en la fría ceremonia celebrada ayer en la Antigua âpera de Fráncfort no hubo lugar para las críticas. Los invitados, con la canciller alemana Angela Merkel a la cabeza, hicieron un canto a la independencia del BCE y a su obligación de combatir la inflación. Ese mandato, recordó Trichet, 'fue un deseo de las democracias europeas (...) dado por los pueblos de Europa sobre una base plurinacional y pluripartidista'. En la sala no estaban ni el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ni el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, para apostillarle. Ninguno de los dos estaba invitado a un acto con rango de ministros en el que se coló Merkel aprovechando que el BCE está en Alemania.