'Antes de los 400 euros, deberían haberse reducido las cotizaciones sociales'
Es uno de los dirigentes del PP con mayor experiencia económica y defiende que el principal desafío para el Gobierno consiste en no superar la crisis en falso y con un bajo crecimiento.
Ha sido uno de los pocos ex ministros de José María Aznar que ha seguido apostando fuerte por Mariano Rajoy después de la derrota electoral de marzo, alejado de los conciliábulos que en estos días ocupan a buena parte de los dirigentes del PP. Esta es una actitud que lleva con orgullo.
¿Cuál es su diagnóstico de la situación económica?
El Gobierno lo llama desaceleración, nosotros crisis y algunos analistas, recesión. Podemos entrar en un crecimiento negativo porque vemos una caída en picado. Falla, sobre todo, la confianza, más que la realidad objetiva, y eso obedece al deterioro del tejido de la pequeña y mediana empresa. Los grandes empresarios, que son los que se expresan en público, tienen que ser políticamente correctos y no reconocen una realidad que se va imponiendo. El deterioro se ve en la pérdida de poder adquisitivo en amplias capas de la población. Hay una caída seria del consumo que se ve en la evolución del IVA minorista y un encarecimiento del crédito que perjudica también a la pyme...
'Mejor que la deducción de 400 euros hubiera sido rebajar las cotizaciones sociales'
'No tiene por qué hacer falta un plan de ayuda para las cajas de ahorros. No hay que poner ahí el foco'
Pero de ahí a defender que vamos al desastre...
Bueno, un desastre es perder un modelo de crecimiento económico creador de empleo que no se cuanto tiempo tardaremos en recuperar...
¿Qué medidas echa en falta?
Pues se debería rebajar en cinco puntos el Impuesto sobre Sociedades a la pequeña y mediana empresa e ir a regímenes de amortización acelerada. En el Impuesto sobre la Renta, debe aumentar la deducción fiscal por compra de vivienda. El objetivo no es sólo que se compren más pisos sino que la persona que ya los haya comprado y esté endeudada pague menos IRPF. Se beneficiarían, sobre todo, los jóvenes, pues son los que tienen mayor proporción de su renta aplicada a la compra de la vivienda.
¿Cuánto costarían estas medidas?
La deducción en el IRPF no costaría ni la sexta parte de la ayuda de los 400 euros. La rebaja de Sociedades que proponemos esa sí que es importante en términos de coste, entre otras razones porque hay que elevar el umbral de definición de la pyme. Pero la experiencia dice que cuando se rebajan los impuestos luego la economía lo devuelve en forma de recaudación. Es claro que las reformas fiscales de Solbes no sirven porque no han evitado la crisis. Nadie se ha enterado de que ha bajado el IRPF y en el Impuesto sobre Sociedades se ha armado un buen barullo, pues se han tocado los tipos a cambio de evitar las deducciones. Antes que aprobar la deducción de los 400 euros habría sido más inteligente reducir la cotización del trabajador a la Seguridad Social para garantizar que se beneficien las rentas bajas.
¿Alguna otra iniciativa concreta para el sector de la construcción?
Aquí no hablamos de un problema de falta de demanda, sino de falta de confianza, porque hay mucha gente que sigue necesitando vivienda. El problema del sector es adecuar esa demanda a la oferta. Hay que abaratar la disposición de suelo y para ello hay que acometer con urgencia la reforma de la financiación local. Hay que hacer un programa atrevido de viviendas de protección oficial para que el ajuste no sea traumático ni para los compradores ni para los promotores. Por último, hay que combatir la imagen de urbanismo salvaje que se ha dado de España para posibilitar que haya muchos europeos jubilados que se sientan aquí como en casa.
¿Cuánto cree que va a durar este ajuste?
No lo sabemos, dependerá de su propia violencia. Yo no hago de servicio de estudios. Para hacernos más fiables no podemos hacer de la crisis económica nuestra affaire político. Estamos en una situación nueva. Es la primera vez que sufrimos un shock externo financiero y de precios de energía y alimentación, sin política monetaria propia y sin política de tipo de cambio. Vivimos un shock de oferta en una situación de especial vulnerabilidad, con un déficit exterior por cuenta corriente muy elevado.
¿Quiere decir que vamos un poco a ciegas?
No, lo que estoy diciendo es que a esta situación debe responderse con rebajas fiscales y con reformas estructurales. La culpa de que no salgamos de una crisis como ésta no la tiene el euro, es al revés. Nunca la responsabilidad sobre la política presupuestaria nacional había sido tan grande. No podemos esperar a que escampe porque entonces la salida será más difícil. No hay más que ver lo que ha pasado con países europeos grandes que salen de la crisis con crecimientos económicos muy bajos y sin creación de empleo. Este es el desafío que tiene España, el de no salir de la crisis en falso y con bajo crecimiento.
¿Haría falta algún plan para ayudar a las cajas de ahorros con mayores riesgos en el sector inmobiliario?
De momento, no hay nada de esto, no tiene porqué hacer falta. Aquí las cosas no existen hasta que no se producen. Si especulamos con este tema, le damos carta de naturaleza. El sistema financiero español está bien, no deberíamos colocar ahí el foco.
'El PP irá con una sola voz a negociar la mejora de la financiación'
El PP trabaja en estos momentos en busca de un denominador común que sirva a las cinco comunidades autónomas que gobierna para ir con una sola voz a la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica. 'Vamos a ir con una postura común, está claro, aunque cada comunidad tenga sus problemas específicos en función de su desarrollo, de su población, de su envejecimiento o de los costes de los servicios públicos. Lo que ya le garantizo', abunda Cristóbal Montoro, 'es que no pasará que una comunidad del PP entre en el nuevo sistema porque le convenga y el resto no'.En su opinión, 'tiene que haber unanimidad en la aprobación del nuevo modelo para garantizar que no haya ni perdedores ni ganadores'. En cualquier caso', añade, 'las comunidades ricas del PP están comprometidas con la solidaridad'.Montoro no concibe, además, que se pueda aprobar el nuevo modelo sin conocer antes la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán. 'El Estatuto establece un sistema bilateral de negociación de la financiación que quiebra el modelo. No veo como se puede aprobar un nuevo sistema sin esperar a la sentencia', reitera.El portavoz de Economía del PP en el Congreso ve con optimismo el cónclave que su partido afrontará en pocas semanas y anticipa que dentro de año y medio presentará 'propuestas mucho más concretas en todos los ámbitos de la política económica', plataforma 'sobre la que vamos a ganar las próximas generales'.Montoro cree que el congreso del PP está lo 'suficientemente abierto como para que se presenten las candidaturas más capaces' y anima a que éstas, si se deciden, 'lo hagan cuanto antes'. No sabe contestar a qué puede estar pasando por la cabeza del ex ministro Juan Costa o del ex presidente de Endesa Manuel Pizarro. 'No se exactamente a lo que están aspirando, lo desconozco. Tampoco tengo una relación tan cercana a ellos como para que me lo cuenten ni yo se lo pregunto', mantiene.