La segunda gran pata del negocio de Criteria
La Caixa ya ha encontrado su gran operación financiera, de la que podrá presumir el próximo 5 de junio en la junta general de accionistas de su filial cotizada Criteria, su brazo armado para la compra de participaciones tanto industriales como financieras. La compra del 20% del mexicano Inbursa por 1.500 millones de euros le permite a la primera caja española dar un importante salto internacional, algo que llevaba años persiguiendo, pero que no ha sido hasta finales del pasado año cuando pudo poner en marcha con la adquisición del 8,9% de Hong Kong Bank of East Asia (BEA).
Ahora no sólo entra en el mercado financiero de México, sino que consigue ir de la mano de uno de los socios más conocidos de este país, y del mundo: el empresario Carlos Slim, que a su vez es uno de los hombres más ricos del planeta, además de gran conocedor del entramado industrial y económico español.
La Caixa aportará a Inbursa su experiencia en banca minorista, que podrán extender juntos por otros países latinoamericanos, e incluso en Estados Unidos. De hecho, la caja llevaba buscando desde hace casi un año comprar un pequeño banco en este país, operación que finalmente ha descartado realizarla en solitario ante esta oportunidad. Lógico, si se tiene en cuenta que una de las patas del negocio que quiere desarrollar con su nuevo socio es el mercado estadounidense, donde no descarta incluso la adquisición de algún grupo financiero de allí a través del holding mexicano, explican fuentes conocedoras de las negociaciones mantenidas entre los dos grupos.
La operación anunciada ayer supone también un giro para La Caixa. Abandona la idea de ir sola fuera de España y opta por realizar sus inversiones de la mano de un socio de reconocido prestigio en la zona de actuación. Así lo ha hecho con Bank of East Asia de Hong Kong, ahora con Slim e Inbursa, y así lo hará en Europa del Este, donde busca otra entidad financiera, tras fracasar las opciones que había barajado en esta región, reconocen fuentes conocedoras de la estrategia de La Caixa.
'Se han vuelto más conservadores y prudentes', señalan las mismas fuentes. Puede ser, ya que al final cuentan con una participación que no les permite gestionar la entidad. En contraprestación por perder independencia y capacidad de maniobra logran entrar en mercados importantes, con una presencia también destacada y socios de reconocido prestigio, afirman otras fuentes financieras, quienes llaman la atención sobre el compañero que ha encontrado en México.
Y es que si de algo es conocido en España Carlos Slim, además de por ser un gran empresario y amigo de Felipe González, es por ser un peso pesado en el negocio de las telecomunicaciones. Es el amo y señor de la telefonía en México, fija y móvil, y controla una importante cuota de mercado en América Latina a través de Teléfonos de México (Telmex).
La Caixa, mientras, es el segundo accionista de Telefónica, con el 5,5% de su capital controlado a través de Criteria. Y es conocida la rivalidad existente entre ambas operadoras -Telefónica y Telmex-.
Varias fuentes aseguran que la familia Slim no sólo podría estar interesada en desarrollar el segmento de banca minorista en Latinoamérica con La Caixa, sino también aprovechar los conocimientos e influencias de la caja catalana en el mundo empresarial. Criteria agrupa la mayor cartera de participadas de España. Inversiones en Gas Natural, Telefónica, Repsol, Abertis, Agbar, Port Aventura, Caifor, BPI, Boursorama, Bank of East Asia, forman parte de la cartera del grupo catalán.
'Esa posibilidad está ahí. Pero sólo existe ahora lo que existe. Un acuerdo para realizar banca', asegura un ejecutivo que conoce desde hace tiempo al empresario mexicano.
La entrada de La Caixa en México también forma parte de una estrategia muy pensada por la entidad que preside Isidro Fainé. Lleva desde febrero negociando esta operación, denominada Tulun por los que la estaban gestando.
Con ella, el grupo catalán consigue equilibrar el balance de Criteria. Ahora el peso de su cartera industrial supera bastante al peso de su inversión en el sector de seguros o financiero. 78% frente al 22%. Y esta es una de las asignaturas pendientes que Criteria logra compensar con esta operación. De hecho, cuando en octubre de 2007 La Caixa anunció la salida a Bolsa de su filial ya explicó que este era uno de sus retos: que las participaciones financieras sumasen tanto como las industriales.
Caja Madrid, con la salida a Bolsa de su holding Cibeles, prevista para noviembre, incluirá sólo participaciones financieras. Quiere distanciarse de Criteria, aunque inevitablemente tengan que compararse los dos grupos, y sobre todo, cuando el pionero en sacar a cotizar una parte de una caja fue precisamente La Caixa.
Tras esta compra mexicana, la entidad dirigida por Juan María Nin, que cumple en junio un año en la entidad catalana, logra tener un pie en Asia, con uno de los socios más destacados de Hong Kong. Ahora en América. Sólo le falta Europa, donde espera llegar a algún tipo de acuerdo en poco tiempo.
De momento, cuenta con el 25% del capital del portugués BPI, en el que es su máximo accionista. Este banco luso es pieza clave para la caja. También posee sucursales operativas en varios países. Pero antes de dar el paso internacional La Caixa tuvo que pasar una serie de requisitos, que han abierto el camino a otras cajas. Hablar de la internacionalización de este sector ya no es un fenómeno extraño. Todas las grandes y las medianas cajas de ahorros tienen proyectos para salir fuera.
Hace sólo dos años que el gobernador del Banco de España, con Miguel Ángel Fernández Ordóñez a la cabeza, estaba dispuesto a abrir la mano a las cajas para que salieran al exterior. Pero antes tenían que cumplir ciertas exigencias.
Debían someterse a la disciplina del mercado. El instrumento que utilizaran le daba igual, aunque hasta el pasado año prácticamente no se conocía otro para que el mercado pudiese evaluar la gestión de una caja que las cuotas participativas -instrumento similar a las acciones pero sin derechos políticos-.
La Caixa fue la primera en dar el paso al crear un holding con sus participaciones para salir a Bolsa en octubre pasado. Desde entonces varias cajas han anunciado proyectos similares, e incluso la CAM ha anunciado que sacará sus cuotas participativas en julio. Y han realizado compras en Estados Unidos y países del Este de Europa. Y todo en época de turbulencias financieras.
Quieren demostrar, como lo han hecho con sus últimas emisiones en el mercado, que pueden competir en igualdad de condiciones y tener éxito. Aunque haya que pagar una prima, a veces excesiva, por ello.