BBVA prevé que el mayor ajuste inmobiliario cueste hasta tres décimas de PIB
El agravamiento del ajuste del sector inmobiliario que se está produciendo en los últimos meses puede tener un impacto negativo de entre una y tres décimas del PIB nacional en 2008, según Julián Cubero, economista del Servicio de Estudios del BBVA, durante la conferencia sobre Riesgo 2008, organizada por la aseguradora de crédito Coface.
Esto se debe a que las inmobiliarias están experimentando un nuevo ajuste a causa del deterioro de las expectativas económicas. Los dos escenarios presentados en la conferencia por Cubero para el sector inmobiliario implican en cualquier caso en una caída en el número de visados de obra. Estos podrían volver a su promedio de la segunda mitad de la década de los 90 (350.000) o bien, en un escenario peor, retornar a niveles de la recesión económica de comienzos de los 90 (250.000 visados).
Juan Saborido, director general de Coface para la Península Ibérica, dijo que España, por estar en un cambio de ciclo, es normal que sufra 'impactos negativos colaterales'.
Entre las consecuencias que arrastra está el impago de las empresas a los bancos.
Saborido indicó que si el año pasado el riesgo de impago fue del 25%, este año podría subir al 30% a nivel nacional, y podría llegar hasta el 40% en el sector de la construcción.
Se trata de un asunto al que habrá que dar seguimiento, según el representante de Coface, porque en España no hay costumbre de retrasar el pago por falta de fondos. A cerca del riesgo país 2008, los expositores de Coface coincidieron en que los países industrializados experimentarán una ralentización económica más sensible, lo que debe afectar a las economías emergentes.
Entre los más sensibles se encuentran EE UU y España, mientras que Alemania, gracias a un crecimiento mejor de lo esperado en el primer trimestre del año, está en mejor posición junto con Francia.
Yves Zlotowski, economista jefe de Coface, aseguró que España está mejor preparada que hace 15 años, y que los países emergentes como Brasil, China, Rusia y la India, casi no estarán afectados por la ralentización mundial, aunque los chinos necesitarán seguir controlando su crecimiento.