Dos empresas vascas de automoción se acogen a la administración judicial
La decisión de los grandes fabricantes de automoción de comprar componentes en países de bajo coste comienza a pasar factura a las compañías de la industria auxiliar. Elecqui y Lehioko Biotz, dos firmas vascas, acudieron ayer al Juzgado Mercantil de Bilbao para solicitar un convenio voluntario de acreedores con un exigible de 30 millones de euros.
Los responsables de las compañías propiedad del grupo de Ricardo Benedí y ubicadas en Vizcaya, señalaron que la medida ha estado provocada en la decisión de su principal cliente, la compañía alemana MAN, de trasladar sus compras a empresas situadas en India y Polonia, entre ellas la fabricación de los troqueles necesarios para la producción de parachoques y otras piezas de carrocería para camiones. Esta política le llevará este año a reducir a la mitad los 30 millones de facturación conseguidos en 2007.
El grupo, para salir de la crisis, quiere ajustar la plantilla en 150 personas, sobre un total de 280.