La CE propone eliminar de la PAC a dos millones de beneficiarios
Bruselas propuso ayer eliminar de la nómina de la Política Agrícola Común a más de dos millones de beneficiarios, el 10% de ellos en España. La purga no se cebará en los terratenientes, sino en las explotaciones de menos de una hectárea o que reciban menos de 250 euros en ayudas.
La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, presentó ayer en Estrasburgo la que debe ser la última reforma de la PAC esta legislatura comunitaria. El objetivo, según la política danesa, es 'simplificar, racionalizar y modernizar la PAC'. Para lograrlo, además de plantear el desacoplamiento casi completo de las ayudas, la CE propone la supresión de las pagos por debajo de 250 euros por explotación y de las ayudas a los propietarios de una superficie inferior a una hectárea. Los límites actuales, facultativos para cada Estado, son de 100 euros y 0,3 hectáreas.
Los nuevos límites eliminarán, según los cálculos de la Comisión, a un 30% de los siete millones de actuales beneficiarios de ayudas directas, aunque el ahorro será mínimo porque las pequeñas propiedades apenas reciben el 1% de las ayudas.
En total, casi dos millones de esos beneficiarios pueden perder el derecho a las ayudas si los 27 Estados miembros respaldan la reforma, como espera Fischer Boel, antes de final de año.
La CE calcula que en España el cambio afectará al 22% de los beneficiarios, es decir, a unos 197.000.
'Para muchos de estos pequeños beneficiarios', explica el departamento de Fischer Boel, 'la agricultura puede ser una de sus actividades económicas, así que es improbable que un cambio en las normas de pago tenga un impacto significativo en el empleo agrícola'. Bruselas cree, más bien, que 'se eliminará una fuente alternativa de ingresos para muchos agricultores a tiempo parcial'.
El mismo razonamiento, pero en el sentido contrario, a llevado a la Comisión a no proponer un límite superior en los pagos que puede recibir una explotación agrícola. Bruselas reconoce que esos beneficiarios tienen una reputación mucho peor que los pequeños. Pero teme que un techo a sus ingresos pudiera tener un gran impacto en el empleo agrícola de ciertos países o que anime a los beneficiarios a dividir sus tierras para seguir recibiendo las mismas ayudas.
A cambio, la CE propone ampliar del 5% actual al 13% en 2012 la reducción de las ayudas directas que superen los 5.000 anuales. A las explotaciones que reciban más de 100.000 euros se le aplicaría una rebaja adicional del 3%; el doble a las que superen los 200.000 euros; y el triple si rebasan los 300.000 euros. El ahorro obtenido (unos 2.000 millones de euros) se destinaría, según la propuesta de la CE, a políticas de desarrollo rural.
Bruselas también propuso la abolición definitiva de la obligación impuesta en 1992 de mantener en barbecho un 10% de las tierras cultivables. La CE cree que la medida podría poner en producción 1,8 millones de hectáreas, lo que en 2013 podría traducirse en una caída de los precios agrícolas del 4%. La cuota lechera también deben desaparecer progresivamente antes de 2015, lo que podría aumentar la producción en España en un 11%.
También se suprimirán las ayudas a los llamados cultivos energéticos, lo cual no pone en duda el apoyo de Bruselas a los biocombustibles. Todo lo contrario. La CE cree que el objetivo de cubrir el 10% de las necesidades del transporte con bioetanol y biodiésel bastará para desarrollar esa industria.
Las tres organizaciones agrarias mayoritarias (Asaja, COAG y UPA) en España coincidieron en su rechazo al texto, al entender que supone 'un paso más en el desmantelamiento de la agricultura'. Asaja lamentó que la Comisión haya optado por proponer como solución 'nuevos recortes a las rentas de los agricultores y a la regulación del mercado', mientras que COAG anunció una campaña de movilizaciones en once regiones para denunciar el 'colapso' del campo.
La OMC estima 'cercano' el fin de la ronda de Doha
La disputa que mantienen los países desarrollados y en desarrollo desde 2001 para fijar las reglas internacionales del comercio podría estar llegando a su fin. Así lo apuntó ayer el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy. 'Nos estamos acercando al final del juego', dijo Lamy después de que los presidentes de los grupos negociadores de agricultura y productos industriales, Crawdford Falconer y Don Stephenson, repartieran las nuevas versiones de los textos entre las delegaciones. En ellos, la OMC establece que aquellas regiones que aporten subsidios internos a sus agricultores por un valor superior a 60.000 millones de dólares, como la UE, deberán recortarlos entre un 75% y el 85%, mientras que el recorte para aquellos cuyas ayudas se sitúen entre 10.000 y 60.000 millones de dólares, como EE UU y Japón, deberá situarse entre un 66% y un 73% del total.Ese cambio podría provocar unas pérdidas de 30.000 millones de euros (46.700 millones de dólares) en la UE, según los cálculos realizados por la patronal europea Copa-Copega, que agrupa a las principales organizaciones agrarias de la Unión. Los sectores más afectados por los recortes serían la carne de res, los lácteos, las aves de corral, el azúcar y los cereales.