El Bundesbank advierte que el crecimiento de Alemania se desacelerará en 2008
El Banco Central de Alemania echó ayer un jarro de agua fría sobre las expectativas de aquellos que creían que la recuperación de la economía alemana, la mayor exportadora del mundo, era un hecho. En su boletín mensual, la institución considera que Alemania no podrá mantener el fuerte crecimiento registrado en el primer trimestre de 2008, en el que el PIB se incrementó un 1,5% (el mayor avance en doce años), por lo que estima que éste se moderará en los trimestres venideros.
El banco central de Alemania señala que el nivel de crecimiento de la economía alemana no debe ser 'sobrevalorado' ante la acumulación de factores especiales que permitieron a la economía del país registrar ese incremento en el primer trimestre. Entre ellos destaca el hecho de que la Semana Santa se celebrara en marzo, lo que permitió aumentar las ventas al por menor, o las temperaturas invernales más benignas, que también impulsaron al alza el consumo.
El Bundesbank añade además que los factores que afectan negativamente a la economía alemana, como la desaceleración económica de EE UU, su principal comprador, o la fortaleza del euro, que encarece de forma significativa sus ventas a zonas donde la divisa es el dólar, permanecerán activos a lo largo de este año. Del mismo modo prevé que la inflación se mantendrá por encima del 3%, al menos hasta finales de otoño.
El crecimiento económico de Francia también sufrió ayer una corrección a la baja. En el primer trimestre del año, el PIB creció un 0,6% en tasa intertrimestral, superando las expectativas de los analistas. El Banco Central de Francia dio ayer a conocer la encuesta mensual de coyuntura de crecimiento, en la que se estima que el PIB del segundo trimestre se desacelerará hasta un 0,3%.
Pese a la ralentización del crecimiento de las grandes economías europeas, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, volvió a insistir ayer en la necesidad de controlar las tensiones inflacionistas en la UE y aseguró, en una entrevista en la BBC, 'que la crisis crediticia sigue en curso y lo peor de sus efectos no ha pasado aún'.