El PSOE prevé que en 2009 entre en vigor la financiación autonómica
En un ejercicio de fino equilibrismo, la dirección federal del PSOE intentó conciliar ayer los intereses enfrentados que algunas de las comunidades gobernadas por el partido encuentran en el nuevo sistema de financiación autonómica pendiente de negociación.
La apuesta del presidente del PSOE, Manuel Chaves, por centrar todos los esfuerzos en la recuperación económica y dejar en un segundo plano la negociación pendiente del nuevo modelo de financiación autonómica fue matizada ayer por el secretario de Organización, José Blanco, después de la reunión semanal de la ejecutiva federal de su partido. Blanco señaló que el presidente andaluz ha comprendido que el trabajo del Gobierno central para combatir la desaceleración económica 'es compatible' con el inicio de la negociación sobre el nuevo sistema de financiación. Todas las previsiones apuntaban hasta ahora a que la entrada en vigor del nuevo modelo se daría en enero de 2009. Sin embargo, el secretario de Organización del PSOE fue ayer cauto a la hora de fijar un calendario preciso. Dijo que habrá nueva financiación 'a lo largo del año que viene'.
No son pocos los dirigentes socialistas que temen que la negociación de la nueva financiación le estalle en las manos al Gobierno en forma de crudo enfrentamiento entre las comunidades gobernadas por el PSOE cuando sólo faltan dos meses para la celebración del XXXVII Congreso del partido. Ya han empezado a surgir algunas voces que alertan de este peligro y abogan por encauzar el debate que viene. Una de ellas salió ayer de boca del presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, quien defendió la apertura de una negociación 'serena y estable' que no genere una 'guerra entre comunidades'. Touriño explicó en declaraciones a la cadena Ser que el primer principio para la reforma debe ser el de la suficiencia. A su juicio, hay que ir hacia un sistema 'claramente solidario, porque la Constitución recoge el principio de equidad y, a igualdad de esfuerzo fiscal, todos los ciudadanos han de acceder a un mismo nivel en la calidad de los servicios'.
El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, descartó ayer la posibilidad de participar en el 'frentismo' que, en su opinión, promueven otras comunidades como mecanismo para conseguir una financiación autonómica más favorable a la de Aragón.
Antes de dos meses, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, deberá cumplir el compromiso contraído con Cataluña de publicar las balanzas fiscales. Para no incurrir en el error de enfrentar a las comunidades con mayor nivel de renta con las más atrasadas, el Ministerio de Economía publicará, en realidad, varias balanzas, cada una elaborada bajo parámetros diferentes. Nadie quedará contento, pero al menos no se originará un incendio de proporciones inciertas cuando todavía no se ha hecho público siquiera el marco general sobre el que descansará la negociación pendiente. Andalucía y Extremadura son dos de las comunidades que más se han movilizado en contra de la publicación de estas balanzas, ya que defienden el criterio de que tributan los ciudadanos y no los territorios.
Este último es un criterio ampliamente compartido por las distintas federaciones socialistas, que ven con recelo el protagonismo que nuevamente quiere volver a tener Cataluña en esta negociación. Desde el Gobierno central ya se le ha advertido a la Generalitat que este protagonismo puede volverse en su contra.
Freno a las tensiones territoriales
La ponencia marco que debatirá el PSOE en su congreso de julio y que ayer estudió la ejecutiva federal pasa de puntillas por la controversia que ha empezado a generar la negociación pendiente del nuevo modelo de financiación autonómica. Sus autores se limitan a culpar al PP de las tensiones territoriales registradas durante los gobiernos de José María Aznar y a destacar el respaldo ciudadano que el PSOE recibió el pasado 9 de marzo en territorios tan importantes como Cataluña y el País Vasco, donde los grupos políticos con posiciones más radicales, 'sean centrípetas o centrífugas', sufrieron un serio retroceso electoral.La ponencia recuerda que desde los tiempos de la transición política, el PSOE ha sido capaz de abordar desde el Gobierno las más diversas demandas 'con voluntad de integración y cohesión de todas las fuerzas políticas en un proyecto común de convivencia'. El PSOE acentúa el papel de las reformas estatutarias en la disminución de las tensiones territoriales.