El Banco de España penaliza la concesión de créditos a las cotizadas
La nueva circular del Banco de España sobre solvencia, que se encuentra en la actualidad en el Consejo de Estado, endurece los requisitos de capital para los créditos otorgados por la banca a las empresas cotizadas. La banca ha pedido que se rebajen estos criterios, ya que puede resentirse negativamente la financiación a estas sociedades.
El Banco de España quiere mantener su principal característica, la prudencia. Y lo ha querido trasladar también a los nuevos requisitos de capital que se exigirán a partir de este año con Basilea II.
Aunque esta norma es internacional, los diferentes supervisores tienen la potestad de la discrecionalidad a la hora de transponer esta directiva. Este hecho, ha sido aprovechado por la institución que dirigeMiguel Ángel Fernández Ordóñez para imponer sus criterios en la nueva circular sobre solvencia que ha redactado el Banco de España, y que se encuentra en la actualidad en el Consejo de Estado.
El supervisor español ha decidido endurecer las exigencias de capital para bancos y cajas cuando financien a empresas que cotizan en Bolsa. Considera que el riesgo de crédito es superior a otro tipo de financiación. Por esta razón los nuevos requisitos de capital suben, según el borrador de la circular, un 50% sobre lo que está vigente en la actualidad en Basilea I, y es también superior a lo exigido por otros reguladores europeos, explican fuentes de las entidades financieras.
Así, si un banco o caja concede un crédito a una sociedad cotizada las nuevas necesidades de capital pasan de ponderar un 100% al 150%.
Fuentes financieras aseguran que esta penalización ha sorprendido al sector, pues hasta que no se ha redactado el borrador de la circular el Banco de España parecía dispuesto a mantener los criterios vigentes para el riesgo crediticio asumido por una entidad en una empresa que cotice en Bolsa.
Las nuevas exigencias han llevado a la banca a pedir que el supervisor suavice estos requerimientos. De lo contrario, afirman que la financiación a estas empresas podría verse afectada negativamente.
El Banco de España es consciente de esta petición. De hecho, y según varias fuentes consultadas, el supervisor estudia volver a los requisitos actuales de recursos propios.
Hasta ahora las entidades tenían las mismas exigencias de capital, pero una vez que entre en vigor Basilea II, los nuevos requisitos de capital diferirán de una institución a otra en función de su tipo de negocio. Estas nuevas exigencias benefician a la banca comercial frente a la de inversión. No en vano, penaliza a bancos y cajas con participaciones empresariales, a los que se les exige más capital. Hace más de un año las cajas pidieron al Banco de España una moratoria para aplicar esta norma. El supervisor ha optado, según el proyecto de circular, por no ampliar el calendario que penaliza la tenencia de una cartera industrial por parte de un banco o caja.
Una circular a punto de publicarse
La discrecionalidad que tienen los bancos centrales para modificar los criterios de Basilea II es muy superior a la que poseían con Basilea I, aunque la mayor parte de los supervisores han optado por aplicar la norma sin grandes modificaciones. Una de las actividades que premia esta regulación es la hipotecaria. El Banco de España, de hecho, ha mantenido los criterios de Basilea II. Así, ha rebajado las exigencias de capital que necesita una entidad financiera por el riesgo crediticio que tiene asumido en su cartera hipotecaria en 15 puntos porcentuales. Los créditos para la compra de locales comerciales o al consumo contarán con menores necesidades de recursos propios que en la actualidad. La idea de la institución que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez es que la nueva circular sobre solvencia se publique en la segunda mitad de este mes, para que en junio se tengan los primeros datos de bancos y cajas con los nuevos requerimientos. De agosto a octubre la banca entregará sus nuevas necesidades de recursos propios. Pero será dentro de un año cuando entre en vigor todas las exigencias de Basilea II.