Los sindicatos condicionan la moderación salarial a más inversión productiva
Los sindicatos hicieron ayer oídos sordos a las reclamaciones de moderación salarial incondicional por parte de empresas y bancos centrales. Exigen un fuerte aumento de la inversión productiva como contrapartida imprescindible. En el Día del Trabajo, los líderes de UGT y CC OO exigieron que la moderación empiece por los grandes ejecutivos y que no se concedan ayudas a la banca y a las constructoras, 'que ya han recogido su beneficio'.
Por la Igualdad, los Salarios Dignos y la Inversión Productiva. Bajo ese lema, decenas de miles de personas, convocadas por las centrales sindicales, se concentraron en toda España para festejar el Primero de Mayo. Esta celebración coincide con una economía en plena desaceleración (la estimación del Banco de España para el PIB en el primer trimestre lo sitúa en el 2,8%, siete décimas por debajo del registrado en el último trimestre de 2007) y con los mensajes enviados por las patronales empresariales y los bancos centrales llamando a la moderación salarial ante el fuerte repunte de la inflación en todo el mundo.
En este escenario, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, defendió ayer el crecimiento 'real' de los salarios y se negó a aceptar pérdidas de poder adquisitivo de los trabajadores frente a la fuerte subida de los precios.
'No vamos a aceptar las imposiciones de moderación salarial; si las empresas quieren que no se suban los salarios, que empiecen por los grandes ejecutivos y que ellos sean los primeros en ajustarse el cinturón', señaló tras la manifestación en Madrid. Por su parte, el secretario general de CC OO, José María Fidalgo, rechazó las declaraciones del presidente de la patronal catalana Joan Rosell, en las que se declaraba partidario de vincular el crecimiento de los salarios con los beneficios. 'Ahora es cuando piden socializar las pérdidas, en un momento en el que hay un repunte de la inflación, que no significa más que una redistribución de la pobreza entre los más desprotegidos', apuntó.
'Que no vengan los del ladrillo o la banca a poner el cazo, porque ya han recogido su beneficio'
Frente a la petición de los empresarios de la construcción o de la banca de reclamar ayudas ante las fuertes pérdidas derivadas del parón inmobiliario y de la crisis crediticia en el mundo, Fidalgo exigió que no se perdone ni un euro en impuestos a ninguna empresa que no tenga un proyecto de inversión productiva. 'Que no vengan ni los del ladrillo ni los de la banca a poner el cazo, porque ya han recogido su beneficio', dijo.
Ambos dirigentes sindicales defendieron la necesidad de un cambio en el modelo productivo de España, basado hasta ahora en la construcción y el consumo, hacia otro en el que se priorice la industria, la I+D y la productividad. 'Estamos dispuestos a impulsar esa iniciativa en el contexto del diálogo social', apuntó Méndez.
Fidalgo fue más allá y rechazó las inversiones especulativas, porque 'el gran problema que revela la caída del ciclo económico es que no se puede crecer basando la economía en dos mentiras'. La primera mentira, dijo, 'es que una cosa cuesta mucho más de lo que vale, como es la vivienda', y la segunda 'que la gente puede endeudarse indefinidamente para que unos pocos se queden con el dinero, porque luego se para la economía'. El secretario general de la UGT también abordó en su discurso la inmigración y criticó el 'absoluto descontrol' existente sobre la economía sumergida. Por ese motivo solicitó que se refuercen los controles en las fronteras y se aumente la lucha contra las mafias. En paralelo a este fenómeno, exigió que las comunidades autónomas tengan en cuenta el crecimiento de la población para adaptar los servicios públicos al mismo 'sin que por ello tengan que culpabilizar a la llegada de inmigrantes'.
Corbacho reclama diálogo
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, calificó ayer de 'muy positiva' la predisposición de los dos sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, para abordar la actual crisis inmobiliaria. El ministro, que asistió al aperitivo que organizó CC OO en Barcelona en el Primero de Mayo, aseguró que el Ejecutivo comparte la preocupación sindical para 'dar salida' a los trabajadores, en especial los de la construcción, que han quedado desempleados por la desaceleración económica.El Gobierno aprobó el pasado mes un plan de recolocación, con una dotación de 200 millones, para facilitar el trasvase de esos parados a otras actividades y ayudas de 350 euros al mes a los afectados durante un máximo de tres meses.Corbacho expresó su deseo de que la desaceleración sirva para 'innovar y ser más productivos', mediante la inversión en infraestructuras y VPO, entre otras medidas.