El mercado dice 'ahora no' a Itínere
La compañía de infraestructuras Itínere, del grupo Sacyr, decidió ayer aplazar la oferta de acciones ante las condiciones adversas del mercado financiero. La escasa demanda en todos los tramos de la oferta, la fuerte presión de los fondos de inversión y el mal clima general del mercado bursátil han aconsejado a los gestores de la compañía aplazar la salida en espera de mejores condiciones. No es la primera compañía que tira la toalla en la búsqueda de capital, pero sí es la primera de cierta entidad y con la condición de filial de una gran cotizada en España.
La escasa aceptación del papel de Itínere, que es la tercera compañía concesionaria del mundo por kilómetros gestionados, es una inequívoca señal de la incertidumbre que rodea al sistema financiero y del endurecimiento de las primas de riesgo exigidas a los proyectos empresariales. El dinero busca cada vez más calidad en los proyectos a los que está dispuesto a financiar y castiga a aquellos con dudas en la rentabilidad futura. La insistencia de la matriz de Itínere, Sacyr, en sacar adelante la colocación de papel para disponer de liquidez para otros proyectos no ha convencido a los líderes del mercado financiero, especialmente a los intermediarios de los fondos procedentes del exterior. En todo caso, la solvencia de Itínere es probada y sólo debe esperar tiempos mejores, en los que la confianza haya regresado a la mesa de contratación.
Si para un proyecto se cierra la puerta, se abre para otro. Los gestores de la inmobiliaria Colonial han encontrado un mecanismo para devolver la estabilidad financiera a la sociedad, tras varios meses de zozobra, en los que coqueteó con el concurso de acreedores. Tras varios intentos de adquisición por parte de fondos extranjeros, los bancos acreedores del primer accionista de la compañía han optado por convertir la deuda en capital y controlar la empresa. La estabilidad financiera de la compañía le permitirá recuperar su actividad ordinaria, aunque la rotación de suelo y la promoción residencial estén bajo mínimos y la crisis financiera siga maniatando los negocios apalancados.