La burbuja bursátil china
Los inversores chinos han descubierto de forma dura que el valor de sus inversiones bursátiles pueden subir tanto como bajar. El año pasado (...) las autoridades se mostraron demasiado temerosas a una reacción popular por un pinchazo de la burbuja bursátil antes de los Juegos (...). El índice de Shanghai cayó durante meses y el martes se situó por debajo de la mitad de su récord de octubre (...).
El colapso no ha sido tan significativo como lo hubiera sido una caída similar en una economía más desarrollada. A nivel nacional, las víctimas son los pequeños inversores que vieron el mercado como algo parecido a un casino, mientras los inversores a largo plazo pueden todavía presumir de ganancias sustanciales (...).
Estas consideraciones hacen más deplorable que Pekín, en vez de permitir que los precios encontraran su propio nivel, haya finalmente actuado bajo presión y decidido apoyar el traspié de la Bolsa (...).
Tales acciones delatan un injustificado nerviosismo sobre los movimientos del mercado. La reciente caída es lógica y la intervención simplemente asegurará que la volatilidad permanezca como un rasgo de los mercados de valores chinos.
Los inversores volverán a basar sus decisiones no en el valor subyacente de las acciones (...) sino en sus suposiciones acerca de las intenciones del Gobierno.