El presidente del PNV critica la actitud del resto de los miembros del tripartito vasco
Aunque sea de forma lenta, algo se está moviendo dentro del PNV. El pasado miércoles fue el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, quien cuestionó la estabilidad del tripartito vasco y apostó por un acercamiento al PSE. Ayer, en Madrid, fue el propio presidente del PNV, Íñigo Urkullu, quien criticó la actitud de Esker Batua y Eusko Alkartasuna hacia el Gobierno autónomo del que forman parte junto a su partido. Midiendo bien sus palabras, Urkullu advirtió, en todo caso, a los socialistas contra la tentación de 'extrapolar' los resultados de las elecciones generales a unos comicios autonómicos vascos en los que su partido 'irá con todas las armas'. Pese a que el lendakari, Juan José Ibarretxe, aún no ha anunciado oficialmente la fecha de estos comicios, no se descarta que se celebren el próximo otoño.
Urkullu justificó también ayer en Madrid el comportamiento del PNV durante la frustrada moción de censura que promovió el PSE contra la alcaldesa que Acción Nacionalista Vasca tiene en la localidad guipuzcoana de Arrasate. La oposición inicial a secundar esta moción se debió, alegó Urkullu, a que no se reunían los apoyos suficientes para que triunfara, debido a la oposición de Esker Batua, Eusko Alkartasuna y Aralar. En todo caso, el presidente del PNV admitió que esta formación gestionó de forma poco lúcida este episodio.