Sacyr se centra en la reordenación del mapa energético español y en Italia
Sacyr materializó ayer la venta del 33,3% que controlaba en la francesa Eiffage con el cobro de 1.920 millones. La suma irá a paliar deuda y libera a la constructora, primer accionista de Repsol, para participar en la reordenación del mapa energético español. Entretanto, espera noticias de Italia sobre el mayor contrato europeo de obra civil.
El grupo de empresas francesas que ha comprado a Sacyr el 33,2% de Eiffage transfirió ayer los 1.920 millones en que ha sido valorado el paquete. Con 1.713 millones se cancelarán los préstamos que financiaban la propia adquisición de Eiffage y el resto irá a reducir una deuda corporativa cercana a los 20.000 millones.
Zanjados los problemas en Francia, en los que ha coleado durante nueve meses la posible obligatoriedad de lanzar de una opa forzosa en metálico sobre Eiffage, Sacyr vuelve a sonar como un jugador clave en la reordenación del mapa energético español.
El propietario del 20% de Repsol estima que se siente cómodo con una deuda que seguirá descendiendo tras la colocación, el 30 de abril, de más del 30% de sus acciones en la filial de infraestructuras Itínere.
El mercado especula con la intención de Sacyr de aumentar posiciones en la petrolera y Del Rivero 'no descarta nada, pero tampoco se ha decidido nada al respecto'. Fuentes de la compañía valoraron ayer que lo único que no se estima a día de hoy es vender para paliar deuda: una hipotética fusión entre Iberdrola y Gas Natural, participada por La Caixa (34%) y Repsol (30%), daría presencia a Sacyr en el gigante resultante.
Una obra de 3.900 millones
Las buenas noticias para Sacyr, asumido que la salida de Eiffage lo es, no acaban en Francia. El retorno de Silvio Berlusconi al Gobierno italiano promete resucitar un proyecto multimillonario de obra civil en el que se encuentra inmersa la constructora de Del Rivero.
Se trata del puente sobre el Estrecho de Messina, un contrato de 3.880 millones en el que Sacyr atesora una participación del 18,7% y del que la constructora italiana Impregilo tiene el 45%.
El que fue calificado como el mayor proyecto europeo de construcción fue concedido en 2005 por el Ejecutivo de Berlusconi, pero éste fue sucedido por el equipo de Prodi y la actuación fue suspendida por 'dañina e inservible'.
En los últimos comicios Il Cavaliere ha vuelto a llevar el puente que une Sicilia con la península italiana en su programa. Ha ganado las Elecciones y acto seguido ha prometido que reactivará una obra con seis años de plazo de ejecución. La primera en notar el aire a favor es Impregilo, cuya cotización ganó un 13,4% la semana pasada. Desde Sacyr se insiste en que todo apunta a que Berlusconi resucitará el contrato. A la empresa le va en ello 700 millones y recuperar una pujanza en Europa desgastada durante dos años por la aventura francesa.
El juez Gazeaux es el último escollo
El único que queda por hablar en Francia sobre Sacyr es Jacques Gazeaux, del Tribunal de Gran Instancia de París. El juez mantiene imputaciones por información falsa al mercado contra Luis del Rivero y la propia constructora española.El pacto firmado el pasado jueves para la salida de Sacyr del capital de Eiffage incluía el abandono de las acciones judiciales emprendidas por parte de ambas empresas. Pero Gazeaux no se ha sumado aún al desarme generalizado y Eiffage dice no estar en condiciones de asegurar que lo hará.Sí ha cambiado de rumbo el regulador del mercado financiero (AMF). El organismo se ha replanteado su actuación frente a la española, a la que llegó a obligar en julio de 2007 a lanzar una opa forzosa a 127 euros por acción sobre Eiffage. Un escueto comunicado calificaba ayer como 'caducada' su exigencia y eso quiere decir que no recurrirá la decisión de la Corte de Apelación, de eximir a Sacyr de la opa, ni abrirá nuevas líneas de investigación.