Aguirre: "Mi decisión de no presentarme no es inamovible"
"Mi decisión de no presentarme no es inamovible ni inquebrantable". "¿Por qué hay que decir inamovible e inquebrantable?...Qué se yo, quedan dos meses, ¿usted sabe lo que puede pasar en dos meses?".
Esperanza Aguirre ha recurrido al suspense que tanto le gusta para cerrar su esperada intervención en el debate televisado 59 segundos de Televisión Española, donde la presidenta madrileña ha vuelto a jugar al despiste y a la ambigüedad para sortear las preguntas sobre su futuro político lanzadas por seis periodistas: Casimiro García Abadillo (El Mundo); Ángel Expósito (ABC); Enric Sopena, (Plural.com); Ignacio Escolar, Público; Isaías La Fuente; y Francisco Marhuenda, (La Razón).
Aguirre ha comenzado su intervención insistiendo en que ni antes ni ahora ha planteado encabezar una candidatura alternativa al liderazgo de Mariano Rajoy en el congreso del PP el próximo mes de junio. "No ha entrado en mi cabeza presentar una candidatura", ha llegado a decir. Para demostrar lo alejada que está de saltar al ruedo, ha dicho que no ha llamado a ninguno de los compromisarios que estos días son elegidos para el congreso con el objetivo de pedir su voto, y ha subrayado que Rajoy "tiene todo lo que hay que tener para ser el candidato a presidente del Gobierno".
La política madrileña ha negado que el problema de su partido esté en las personas ("no es quitarte tú para ponerme yo", ha dicho). Para ella es una cuestión de ideas. Así, ha reiterado que su partido debe de abrir "una reflexión, un debate y un análisis ideológico" para encontrar las causas de la derrota en las urnas en las últimas elecciones generales.
Preguntada directamente sobre si se presentará como alternativa a Rajoy, Aguirre ha dicho que "no tengo intención ni la he tenido nunca de presentar una candidatura alternativa". Pero acto seguido ha respaldado las palabras del ex secretario general del PP Francisco Álvarez Cascos, que hace días criticó a Rajoy por prescindir de los dirigentes con más experiencia a favor de nuevas caras como Soraya Sáez de Santamaría, su portavoz en el Congreso. Ante la insistencia de los periodistas por conocer sus intenciones, Aguirre ha llegado a decir que votará por la candidatura de Rajoy en el cónclave de junio. Esa afirmación la ha mantenido hasta el final del programa.
En contra de las "adhesiones inquebrantables"
Interpelada por la posibilidad de que se vea obligada a presentarse si Rajoy cede la secretaría general del PP a su rival el alcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón, la presidenta regional ha dicho que "adhesiones inquebrantables" no las quiere ni para ella, al tiempo que ha subrayado que el líder del PP debe tener un equipo y un programa, que no tiene que presentarse "12 horas antes".
Aguirre ha lanzado críticas veladas a la actual dirección de su partido al repetir varias veces que el PP esperaba ganar estas últimas generales, pero ha tenido que conformarse con otra derrota. La de 2004 la ha relacionado con el atentado del 11-M, pero la de 2008 no ha concretado a qué se debía: "Estábamos convencidos de que íbamos a ganar las elecciones, y no ha sido así; ahora hace falta un análisis y una reflexión para ganar las próximas elecciones", ha dicho. Al hablar de las causas de ese fracaso no ha querido dar nombres. Simplemente ha dicho que "tenemos que comunicar mejor. Nuestros adversarios comunican mejor que nosotros".
Tras reconocer que el PP atraviesa un "momento importante", ha insistido en que es el momento de entrar en "un debate ideológico en profundidad" para conseguir superar la imagen que los socialistas han asociado al PP. "Nos han colgado el sanbenito de crispadores, ¿por qué?, si somos gentes educadas y moderadas, pero no estamos de acuerdo con algunas cosas que ha hecho el Gobierno".
La presidenta de la Comunidad ha dicho que cuando Zapatero acabe este legislatura, el PSOE habrá estado en el poder durante 22 años, frente a sólo 8 del PP. "Esto es una excepción en Europa y debemos dar la batalla en el fondo de lo ideológico". En su opinión, el debate entablado "no hace daño al partido, sino que es beneficioso para el partido". "Amigos socialistas me dicen que tienen envidia del PP porque es un partido muy sólido", ha dicho Aguirre para probar la fortaleza del Partido Popular.