Más cerca del verdadero nombre del 'Cisne Negro'
Odyssey tendrá que testificar en público sobre la identidad del barco que reclama España.
Ya no puede haber secretos en el juicio del Gobierno español en Florida contra la empresa buscatesoros Odyssey Marine Exploration. Nada de lo que se diga en este proceso, en el que se discute la identidad y propiedad del barco, conocido con el nombre ficticio de Cisne Negro y del que la empresa extrajo 500.000 monedas de plata, tiene por qué ser confidencial. Los datos del barco que Odyssey le muestre a España, que reclama su propiedad, en el transcurso del juicio serán públicos.
El juez Mark Pizzo, que instruye la causa en el Estado de Florida, denegó el viernes la petición de Odyssey de mantener en secreto las cuestiones relativas al Cisne Negro. La empresa siempre se ha negado a comunicar los datos porque estima que 'no hay evidencias definitivas para asegurar la identidad y comunicarlos sólo alimenta las especulaciones'. Pizzo ya había obligado a la empresa a dar a España todos los detalles que manejara sobre el barco. Odyssey aceptó pero pidió que se guardara bajo un acuerdo de confidencialidad, que se le denegó.
El Ministerio de Cultura aseguró el viernes que el juez estimó inadmisible la petición, 'indicando, entre otras consideraciones, que la propia empresa ya había difundido a la prensa las respuestas que pretendía proteger'. El consejero delegado de la empresa, Greg Stemm, aseguró a CincoDías que 'detrás de las informaciones de los medios no está la empresa sino fuentes externas', aunque dejó claro que se plegaba a los mandatos judiciales. Una de estas consideraciones, que confirmó Odyssey el viernes, supone que el Cisne Negro sea en realidad un barco español, llamado Nuestra Señora de las Mercedes, hundido en 1804. Según Odyssey, este barco era 'un buque para el transporte de pasajeros, correo y mercancías de comerciantes en el momento de su hundimiento' aunque otras fuentes señalan que sería un buque de Estado, que había participado en varias guerras. El otro pecio hundido sobre el que pesaría una reclamación distinta sería, según las indagaciones de la compañía estadounidense, el barco mercante británico Merchant Royal, que se hundió en 1641. En ambos casos, Stemm hizo hincapié en que 'manejamos datos contradictorios, por eso nos cuesta hacerlos públicos. Necesitamos volver a los lugares para contrastarlos'.
El Ministerio de Cultura examina exhaustivamente toda la información que Odyssey y los peritos que se desplazaron a Tampa les facilitaron sobre el pecio
Stemm afirmó además que 'la experiencia nos ha enseñado lo difícil que es evitar las especulaciones sobre la identidad y el valor de un descubrimiento una vez que se hace pública la posible identidad y los posibles expolios a los lugares'. 'Aun así, respetamos la necesidad de que se maneje suficiente información', agregó.
El Ministerio de Cultura está analizando exhaustivamente la información que posee sobre el Cisne Negro, incluido el informe de los peritos españoles que se desplazaron la semana pasada a Tampa (Florida) a analizar el material procedente del pecio. Este material concuerda con los datos que ya manejaba Cultura. El juez ha dado de plazo a España hasta el 9 de mayo para exponer sus conclusiones.