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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La inflación no da tregua al BCE

Con una inflación del 3,5% en la zona euro, la más alta de la historia, era impensable que el Banco Central Europeo (BCE) se saliese del guión. Ayer, su presidente, Jean-Claude Trichet, mantuvo inalterados en el 4% los tipos de interés y todo apunta a que en estos niveles van a continuar hasta que el IPC no dé señales de control y recobre el entorno del 2%. Algo que parece poco probable en los próximos meses, con las materias primas, los alimentos y el petróleo desbocados. El barril de Brent volvió ayer a tocar máximos con 109 dólares.

La posibilidad de que Trichet considere una reducción del precio del dinero en los próximos meses estriba en la evolución de la actividad. De mantenerse a los ritmos conocidos -el cuarto trimestre de 2007 crecía al 2,2%-, la inflación continuará siendo su obsesión. Sin embargo, la duda es a qué ritmo se está creciendo realmente, para lo que habrá que esperar a las cifras del primer trimestre. Pero de momento el consejo del Banco Central tiene sus prioridades muy claras, por muchas presiones que reciba, especialmente derivadas de la fortaleza del euro contra el dólar.

El que sí bajó tipos ayer fue el Banco de Inglaterra, un cuarto de punto, hasta el 5%. La caída en el precio de la vivienda y el colapso en el sector inmobiliario han provocado el movimiento, pues las autoridades económicas y monetarias inglesas temen una extensión a otros sectores con el agravamiento de la debilidad económica. La similitud con la situación española es clara, pues en ambos casos el pasado boom inmobiliario fue muy fuerte, y su caída brusca.

En este sentido, la rebaja de los tipos de interés sería una buena fórmula para activar la demanda de los pisos en España, algo con lo que no se puede contar, pues el BCE no cambiará su rumbo por los problemas domésticos españoles. Además, si el parón inmobiliario es grave en España, tanto o más lo es la inflación, un 4,4%, de las más altas de la zona euro. En resumen, el mensaje de Fráncfort es claro: no se puede contar con una próxima bajada de tipos.

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