Dogi ampliará capital por entre 25 y 30 millones de euros
La fabricante de material textil elástico Dogi ampliará capital por entre 25 y 30 millones de euros y cerrará la fábrica de Filipinas con 322 empleados, informó hoy el consejero delegado de la compañía catalana, Karel Schrder, durante la junta de accionistas celebrada en el Masnou (Barcelona).
Schrder atribuyó esta ampliación a la "incertidumbre financiera", que ha llevado a la compañía a buscar financiación interna para su crecimiento para "no depender del coste financiero" actual. Dogi prevé haber suscrito la ampliación de capital "antes de verano", y el consejo de administración acudirá en un "porcentaje significativo".
Esta ampliación irá destinada a mejorar las instalaciones de la nueva fábrica de Dogi en España, Dogi II, y su estructura financiera, además de servir para realizar inversiones en Asia, donde cerrará la fábrica de Filipinas -con 322 empleados- y aumentará producción en Tailandia y China.
Dogi II, con una inversión de 33 millones, unifica las plantas de El Masnou, Parets y Cardedeu (Barcelona) en la primera localidad, sede de la compañía, y empezará a funcionar en septiembre, con cuatro meses de retraso respecto a las previsiones de la empresa.
Schrder lamentó que este retraso ha incidido negativamente en los resultados del grupo en 2007 y en los primeros meses de 2008, y criticó a la Administración por ello: "Nunca he vivido tantas dificultades administrativas para invertir en la creación de empleo y en una zona de depresión industrial como el Maresme", aseveró.
Respecto al cierre de Filipinas, Schrder argumentó que "no se podía demorar más", tras cinco años de pérdidas y previsión de continuar en números rojos los tres próximos ejercicios. El cierre, que se comunicó hoy, se ejecutará este año, y supondrá un mejora para Dogi de 18 millones.
Vuelta a beneficios este año
El consejero delegado de Dogi mantuvo las previsiones del plan 2008-2010 de volver a beneficios este año, pese a que cerró 2007 con unas pérdidas de 21,7 millones, frente a los 18,4 millones previstos de números rojos. Schrder explicó que estas mayores pérdidas se debieron al retraso de Dogi II y a los menores resultados de Asia (China y Filipinas tuvieron pérdidas).
Asimismo, se mostró a la expectativa de conocer la repercusión de los costes del cierre de Filipinas en los resultados anuales. Su "impacto" dependerá de cuánto tarde Dogi en vender la fábrica y la maquinaria del país asiático, cifra con la que espera cubrir y superar los costes de despido del personal y las inversiones de adaptación a la nueva producción de China y Tailandia.
Respecto a otros planes de futuro, la compañía destacó incrementar su capacidad en Centroamérica e India.
Varios accionistas minoritarios aprovecharon la junta para criticar la pérdida de valor de las acciones de Dogi, que actualmente cotizan a poco más de un euro, y criticaron la gestión del consejo de la compañía, que registra pérdidas desde 2001 pese a sucesivas reestructuraciones.
Schrder defendió el papel del consejo y el "compromiso total" de la familia Domnech, fundadora de la compañía, que "ha invertido 43 millones desde 2003" y que "acudirá a la ampliación de capital".