La entente de Sacyr
La última vez que España invadió Francia con cierto grado de éxito fue durante la Edad de Oro de Felipe II en el siglo XVI. Pero incluso esa incursión fracasó en su intento de destronar al rey francés. Sacyr Vallehermoso ha aprendido esa lección de la historia de una manera dura. El grupo constructor español ha tenido que admitir la derrota en su dilatado esfuerzo por controlar a su rival francés, Eiffage. Ha acordado la venta de su 33,3% del capital a un grupo de inversores franceses por cerca de 2.000 millones de euros, o un 5% de prima sobre el cierre del martes.
Sacyr ha hecho lo mejor en una situación desesperada. Aunque la compañía española evitó tener que lanzar una opa por el total de Eiffage a que le obligó el regulador francés, estaba todavía enredada en una disputa legal con Eiffage acerca de si actuó concertadamente con otros accionistas españoles. De hecho, un juez francés ha congelado la participación de Sacyr hasta su investigación judicial. La venta -acordada con Eiffage- está condicionada a que se abandone el pleito.
Sobre el papel, Sacyr casi ha salvado la cara comprometiendo una ganancia minúscula. Compró a un precio medio de 62 euros por acción y ha vendido a 63 euros. Pero podría tener que renunciar al dividendo de Eiffage si la venta se cierra antes de junio de este año, que se espera que sea de alrededor de 1,12 euros por acción. Sacyr podría haber conseguido un 30% de retorno absoluto de haberlo invertido en el Ibex 35.
Al menos Sacyr podrá cancelar la deuda de 1.700 millones de euros contraída para financiar la venta de su participación. Esto rebaja algo la presión de los 20.000 millones de deuda total, y permite que los gestores se centren en la próxima OPV de su negocio de autopistas y en qué deberían hacer con su participación en la petrolera española Repsol.
Lo que no está tan claro es por qué el grupo de inversores institucionales franceses -incluidos Axa y Caisse de Dépots- querrían pagar una prima sobre el precio de mercado para incrementar su participación minoritaria. Esto huele a compromiso político entre Madrid y París. El Gobierno francés puede estar esperando del español que vea con buenos ojos el deseo de la compañía eléctrica francesa EDF de entrar en el mercado español. Pero EDF podría tener en mente que la invasión francesa de España siempre se ha encontrado con una resistencia incondicional.
Por Fiona Marhag-Bravo
Bajar los tipos británicos
Los informes publicados el martes que señalan una caída del 2,5% en los precios de la vivienda británicos en marzo y el más bajo índice de préstamos hipotecarios desde 1992, difícilmente podrían haberse sincronizado mejor para despertar al Banco de Inglaterra. La mayoría de los economistas esperan que su reunión de política monetaria de hoy aseste una rebaja de un cuarto de punto porcentual en los tipos de interés, hasta el 5%. Pero el gobernador del banco, Mervyn King, debe ahora preguntarse si una rebaja de un cuarto de punto es suficiente. Sin una rápida ayuda, el crecimiento, el gasto del consumidor y la libra se hundirán junto con los precios de la vivienda.La bajada de la inflación de los precios de la vivienda debería ser bienvenida, pero King no puede permitirse ser optimista. Las estadísticas de cancelaciones de hipotecas son malas, y sin embargo reflejan acuerdos de hace meses. Lo peor aún espera, porque de hecho ha sido sólo en las últimas semanas cuando los bancos han cerrado la tienda, barriendo las hipotecas de sus estanterías y diciéndole a todo el mundo que se largue, excepto a los prestatarios solventes.El embargo es peligroso. Podría crear una ola de recuperaciones de casas y hundir los precios. Para los bancos que habían prestado muchísimo dentro de un mercado alcista, todo esto es alarmante. El pasado noviembre, King advirtió de que Gran Bretaña era una 'pálida sombra' de EE UU. Debería tener en mente su comparación esta semana. Es verdad que la inflación británica, del 2,5%, es superior al objetivo del banco, del 2%. Prevenir una bajada severa debería ser ahora la prioridad de King. Hoy jueves debería realizar un recorte de medio punto.Por sí sólo, esto no rescatará ni al mercado inmobiliario ni a la economía británica. Pero contrarrestando hasta cierto punto el alza de los márgenes que los bancos están cobrando por los préstamos y aliviando los precios del servicio de deuda, una bajada de medio punto dará a los prestatarios una mejor oportunidad de evitar las recuperaciones, y la ocasión a la economía de ralentizarse en lugar de hundirse. King vio el peligro americano en Gran Bretaña. Debe prevenir que la amenaza se haga realidad.Por Ian Campbell