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Tribuna
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Una vuelta de tuerca para el sector textil

El sector textil en España está replanteándose sus estrategias de negocio ante el competitivo futuro que se avecina, subraya el autor. En su opinión, si bien el camino es la innovación, la salida a mercados exteriores resulta vital para garantizar la supervivencia de las empresas del textil español

La globalización ha provocado que los sectores textil y de confección hagan un alto en el camino para replantearse sus estrategias de negocio ante el competitivo futuro que se avecina. Estamos hablando de un sector formado por pymes, muchas de ellas de carácter familiar, y que para sobrevivir deben actuar rápidamente, solas o a través de alianzas.

El cambio es necesario. La empresa textil debe buscar todos aquellos elementos diferenciadores que le aseguren un puesto competitivo. La creatividad, calidad e innovación son el camino. Pero la innovación en la pyme española, y particularmente en los sectores del textil y confección, tiene aún mucho camino por recorrer. Según datos del INE, el insuficiente uso de la innovación como instrumento competitivo es uno de los principales factores causantes de la ralentización de este sector, a pesar de que España es un país que sobresale a nivel mundial por la calidad y creatividad de sus diseños. En el nicho concreto de la moda nupcial, por ejemplo, España es líder mundial tanto en términos cuantitativos como de tendencias. Según datos de la Asociación Nacional Puerta de Europa (ANPE), sólo este segmento genera un volumen de negocio de 1.378 millones de euros, lo que supone el 0,16% del PIB y un 10,8% del sector textil y confección, cuya producción total asciende a 11.415 millones de euros.

Los fabricantes afirman rotundamente que es imposible vivir exclusivamente ya del mercado nacional

Ahora bien, la innovación está perdiendo terreno, no sólo por la falta de inversión, sino frente a la imperiosa necesidad de la internacionalización. Para las empresas del mercado textil y confección, la internacionalización es uno de los retos más importantes dentro de su estrategia de negocio. æpermil;sta se ha convertido en un factor determinante para la supervivencia y crecimiento, situándose como eje prioritario de acción.

Aunque España es el segundo exportador mundial de trajes de novia, ceremonia y complementos, después de China, con 705 empresas y alrededor de 14.805 puestos de trabajo, necesita una mayor proyección internacional. Su excelente posicionamiento se debe tanto a su creatividad en diseños como a la innovación en sus materiales y productos.

Si bien la innovación es vital para enfrentar los retos de la globalización, la salida a mercados exteriores se ha vuelto vital para garantizar la supervivencia de las empresas del textil español. La totalidad de los fabricantes afirman rotundamente que es imposible vivir exclusivamente ya del mercado nacional. Basta con repasar la cuota del mercado multimarca, que ha pasado del 60% al 30% en el país, y por ende, un verdadero liderazgo solamente se logrará mediante la vocación internacional. El negocio ahora está en mercados emergentes, como Rusia, China, Emiratos Árabes, Estados Unidos y México, bien estableciéndose en los mismos con marcas propias o bajo una marca Made in Spain, que aglutine a todas las empresas interesadas en hacer negocio en estos mercados.

Sin embargo, internacionalizar las empresas de moda españolas, sean del nicho que sean, implica otros retos. ¿Qué productos novedosos ofreceremos para que la marca Made in Spain se posicione por delante de nuestros vecinos italianos o franceses? ¿Podemos conseguirlo si el sector textil no invierte en I+D? Está claro que la innovación ha de ir necesariamente de la mano de la internacionalización.

A pesar de esta realidad, el apoyo a la innovación en la pyme textil española es muy poca. La biotecnología, salud, energías renovables, telecomunicaciones y sociedad de la información son los sectores que siguen recibiendo más impulso en este sentido. La moda se encuentra en un último plano y son los fabricantes quienes, a día de hoy, se preocupan de conseguir los recursos necesarios para ser competitivos.

Aunque no es una tarea fácil, existen algunas vías para conseguirlo: el Gobierno pondrá en marcha este año el Plan Nacional de Investigación y Desarrollo, que concederá subvenciones por valor de 47.000 millones de euros; también existen programas públicos que ayudan a las pequeñas y medianas empresas a innovar; la financiación privada, el capital riesgo e incluso la innovación compartida mediante alianzas estratégicas y cooperación, son algunas de las herramientas que las empresas del sector textil y confección pueden también utilizar para investigar y desarrollar nuevos productos.

La innovación constituye pues, uno de los núcleos primordiales dentro de un plan estratégico para ser competitivo. La internacionalización y la innovación son -con igual nivel de relevancia- los ingredientes básicos para que las pymes del sector textil y confección sigan abriéndose paso en medio del mercado globalizado y elevadamente competitivo de hoy en día.

Moisés I. Anselem. Consejero delegado del grupo Nupcial Novíssima

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