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Descenso

El Banco de España avanza que el precio de la vivienda ya crece por debajo del IPC

El precio de la vivienda continúa la senda de desaceleración iniciada hace tres años, que parece haberse intensificado en los últimos meses. El director general del Banco de España, José Luis Malo de Molina, avanzó ayer que las casas se revalorizaron en el primer trimestre a tasas inferiores al IPC (cuyo dato adelantado de marzo ascendió al 4,6%), pero descartó caídas nominales significativas, como estiman algunos analistas.

El director general del Banco de España ahondó ayer en el análisis hecho por la entidad una semana antes, cuando puso de manifiesto cómo el mercado español ha pasado de un largo periodo expansivo de precios y actividad a otro de ajuste más o menos gradual que se ha visto perjudicado por las turbulencias financieras desatadas en 2007.

Durante la presentación del estudio elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) para la patronal madrileña Asprima sobre la situación del sector, Malo de Molina explicó que con la información disponible hasta el 7 de marzo el Banco de España calcula que el PIB aumentará este año un 2,4% y en 2009 lo hará en un 2,1%.

Esta desaceleración se producirá sobre todo como consecuencia de la menor demanda interna y del fuerte retroceso que protagonizará la inversión residencial, que este año disminuirá un 3% y el año que viene podría hacerlo en un 7% o en un 8%. Malo de Molina admitió que la desaceleración de la actividad inmobiliaria se inició sobre todo en 2007, pese a que los precios llevaban ralentizándose desde 2005; y aseguró que las turbulencias financieras introducen más incertidumbre y añaden riesgos 'a la posibilidad de que la economía acabe comportándose incluso peor de lo estimado'. De hecho, anunció que si los problemas financieros de escasez de crédito persisten, los bancos podrían tener más dificultades.

Por su parte, el presidente de Lehman Brothers para España y Portugal, Luis de Guindos, recalcó que otro de los factores que ahora deberían preocupar a los gobiernos es la elevada inflación y en el caso de España sus tres grandes desequilibrios: la escasa competitividad de sus productos, la sobrevaloración de activos y el alto endeudamiento de empresas y familias. Entretanto, el sector se enfrenta esta semana a una de sus citas anuales más importantes: la celebración del Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA), con el reto de pulsar el estado de la demanda. El SIMA 2008 arranca hoy martes y se desarrollará hasta el sábado 12 de abril, en la que será una edición marcada por la crisis inmobiliaria, como refleja la asistencia de 385 empresas expositoras, un 30% menos que en la edición de 2007. Además, estas empresas desplegarán una amplia gama de ofertas y promociones orientadas a agilizar la comercialización de productos residenciales, actualmente azotados por el parón de la demanda.

Algunas de ellas ya se han dado a conocer. Es el caso de la inmobiliaria Lubasa, que propone descuentos de hasta el 20% en el precio de un centenar de viviendas; del Grupo Prasa, que ofrecerá un sueldo durante un año a los compradores de sus viviendas o la promoción puesta en marcha por Urbas-Guadahermosa, que ofrece al cliente un seguro de protección de pagos suscrito con Allianz Seguros destinado a garantizar el pago de la hipoteca en momentos de dificultad económica. Así, la oferta residencial se ve recortada sustancialmente, mientras que se duplica la de suelo y se triplica la de oficinas y centros comerciales.

Mea culpa de los promotores

Primero la culpa del ajuste se atribuyó a la subida de tipos y al encarecimiento que produjo sobre las hipotecas, después a la crisis sobrevenida por las turbulencias financieras de los créditos subprime.Y ayer, sorprendentemente, ante 500 promotores y profesionales del sector se entonó el mea culpa públicamente y sin tapujos. Antonio Trueba, durante 13 años presidente de Urbis y ahora vicepresidente de Parquesol Inmobiliaria, admitió haber atravesado por muchas crisis como las actuales. 'Siempre ocurre lo mismo. Hemos subido mucho los precios y hemos expulsado a la demanda, porque quienes antes sí podían comprar, ahora no pueden. La subida de tipos sólo ha empeorado la situación,' aseguró.Trueba también encontró culpables para el hecho de que los promotores en época de bonanza acaben subiendo en exceso los precios de las casas: la política urbanística. 'Nuestro sector es incapaz de poner en el mercado todo el producto que necesita en un momento dado la demanda y eso no puede ser', dijo.

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