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Efectos de la desaceleración

Bernanke reconoce que EE UU puede entrar en recesión durante el primer semestre

El presidente de la Fed presentó ayer un cuadro de la economía de EE UU más sombrío que en el pasado. En una sesión ante el Comité Económico del Congreso, Ben Bernanke dijo ayer que la economía 'no crecerá mucho, si crece algo, en la primera mitad de 2008 y puede incluso contraerse ligeramente'. Respondiendo a una pregunta admitió que 'es posible' una recesión aunque explicó que no estaba preparado para asegurarlo.

Los economistas apuntan a que el ritmo de crecimiento del primer trimestre quede en el 0,2%. Se considera que con dos trimestres de crecimiento negativo las economías están en recesión aunque la definición que para esta situación da el NBER, la institución que lo determina en EE UU, es más compleja.

El FMI, es pesimista también. Su informe de perspectivas económicas alerta de que hay un 25% de posibilidades de que haya una recesión mundial, según Bloomberg.

A lo largo de su discurso, Bernanke advirtió ayer de que los riesgos para la economía son elevados y citó las mayores incertidumbres en los mercados laboral y de vivienda además de la inflación en un ambiente en el que el crédito no se ha estabilizado. Pese a ello, no hizo referencias a más rebajas de tipos. El presidente de la autoridad monetaria reconoció que está vive 'un periodo muy difícil' pero dijo que la mayoría de las acciones tomadas para estimular la economía tendrán su reflejo en 2009 y espera que el crecimiento vuelva en el segundo semestre de 2008.

Bernanke, no dejó de repetir que la crisis de la vivienda es 'el centro de la actual situación económica. De cara al futuro, la estabilización de la vivienda será importante pues es fundamental para el crecimiento'. El presidente de la autoridad monetaria ofreció a los legisladores alguna pista, a muy grandes rasgos, de por dónde creía que había que actuar. Reforma de la Autoridad de la Vivienda, refuerzo de Fannie Mae y Freddie Mac, medidas para minimizar el ritmo de embargos y dinamizar el mercado. Bernanke declinó apoyar ninguna de las iniciativas que actualmente se debaten en el Congreso y para las que se ha conseguido un mayor apoyo tras la operación de Bear Stearns en marzo. Una de las propuestas que goza de mayores posibilidades es una que lleva la firma demócrata y que anima a la banca a reducir voluntariamente la cuantía de las hipotecas. Una vez que ello se haya hecho el Estado las garantizaría. El Gobierno considera positivo el plan aunque estudia otras propuestas.

Inevitablemente Bernanke se refirió al papel de la Fed en la operación de compra de Bear Stearns, desestimando que fuera un rescate. Dijo que fueron avisados de la gravedad de la situación, y la alternativa de la suspensión de pagos, 24 horas antes de intervenir. Explicó que de haber habido otro ambiente en los mercados es posible que la Fed se hubiera mantenido al margen pero que dada la situación, la caída de Bear habría dado lugar a una crisis con grandes repercusiones en la economía en su conjunto. La Fed sigue supervisando otros bancos.

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