'Debería haber más mujeres al frente de las empresas del Ibex 35'

En 1995, con 25 años, tuvo que hacerse cargo de las clínicas que tenía su padre, el empresario zaragozano Publio Cordón, secuestrado por los Grapo. Había estudiado medicina y estaba familiarizada con el sector

Coordina la gestión de hospitales en Barcelona, San Sebastián, Zaragoza, Madrid y Valencia. En total, 750 camas hospitalarias. El 17 de enero pasado puso la primera piedra del hospital de Vizcaya, que aumentará la oferta en 155 camas más. En Bilbao están presentes con una unidad de reproducción asistida. En Valencia construirán un nuevo hospital de 200 camas para sustituir al actual. También estudia posibilidad de levantar un hospital en Málaga. A María Cordón, nacida en Zaragoza hace 39 años, no le abruman las cifras. Está curtida. Estudió medicina, 'para hablar el mismo idioma' que la mayoría de sus empleados, pero siempre supo que acabaría realizando tareas de gestión. Es madre de un hijo e intenta conciliar todo lo que puede. También lee novelas de terror, vampiros y de ciencia ficción. Aborda todas los temas sin titubeos, de forma clara y precisa.

¿Para tener fuerza, es necesaria la expansión?

Sí, totalmente. Hay que estar presentes en las 10 primeras ciudades del país. Somos pequeños si nos comparamos con la red pública, pero somos grandes en comparación con los privados.

¿La sanidad privada tiene que complementar a la pública?

No tiene que verse siempre así. El 30% de nuestros pacientes son privados sin filiación a una compañía de seguros, el 60% sí pertenece a una compañía de seguros y el 10% restante se corresponde a los conciertos con la sanidad pública. Pero sí que es verdad que a veces el sistema público y el privado pueden ser complementarios, porque al final de lo que se trata es de ofrecer un buen servicio médico.

¿Cómo le gusta gestionar la compañía?

Nos gusta hablar de sistema Quirón, y esto implica tener infraestructuras eficaces, pensando en los profesionales, y cómodos, desde el punto de vista hostelero, para los pacientes. Apostamos por la tecnología más vanguardista. Estar en primera línea exige una inversión continua, pero a la vez contar con profesionales de prestigio. Lo que las personas buscan es que se solucione su problema de salud, que se lo resuelva bien y rápido. Aquí no caben medias tintas. Inauguramos en Madrid en diciembre de 2006, por tanto, llevamos más de un año de operaciones, que han superado nuestras expectativas, ya que nos hemos adelantado tres años a la actividad esperada. Superar las expectativas es una alegría. Funcionamos con personas, eso exige que la gente trabaje a gusto.

¿Están sufriendo la escasez de profesionales?

Reclutar es uno de los grandes problemas que tiene el sector, sobre todo en el área de especialistas médicos y de enfermería, lo que sucede es que en Quirón lo vivimos con menos dramatismo, porque cuidamos mucho a la gente que trabaja con nosotros. Las instalaciones en las que trabajan son nuevas, el entorno es agradable, disponen de la mejor tecnología y de los mejores medios para hacer bien su trabajo. Creo que son elementos que contribuyen a la retención de los profesionales, y las estadísticas de clima interno nos confirman la satisfacción de nuestra plantilla.

La familia Cordón comenzó a hacer negocios en el sector sanitario, con una pequeña clínica en Zaragoza hace 40 años, ¿cuál ha sido la evolución en este tiempo?

Entonces, los pacientes querían que les atendiesen como buenamente pudieran. Hoy, son más exigentes, están más informados gracias a internet. Los avances tecnológicos son cada vez más rápidos. Anualmente hay que realizar inversiones importantes si se quiere estar en la cima.

Usted tomó las riendas de la compañía en 1995.

Con 25 años. Siempre estaba colaborando con mi padre se refiere al empresario secuestrado por los Grapo Publio Cordón, compartía mucho su trabajo en casa, por eso estaba al tanto de lo que pasaba. De manera abrupta, el secuestro de mi padre me obligó a tomar las riendas. A partir de ahí, he crecido profesional y personalmente. Soy médico y tengo un máster en Dirección de Empresas por el Instituto de Empresa. El MBA es bueno porque ayuda mucho. Pero lo que es imprescindible son las ganas, la vocación y el compromiso. El compromiso es mayor en una empresa familiar y más en mis circunstancias.

¿Qué ha aprendido de su dramática experiencia personal?

Por un lado, aprendes a priorizar, a dar importancia a las cosas que verdaderamente la tienen. Por otra parte, aprendes mucho de las personas, empiezas a conocer como son. Esas dos lecciones son importantísimas para todo lo que hagas en la vida.

¿De su padre qué aprendió?

Mi padre me dejó muy marcado el amor por el trabajo, la dedicación de horas y entusiasmo, en la vida y en el trabajo. Trabajo más de lo que debería, según mi marido. Tengo un hijo y muchas veces es difícil conciliar. Procuro cenar en casa y aunque tengo que viajar, hago lo posible para no pasar mucho tiempo fuera. Le dedico al trabajo entre 10 y 12 horas, seguro. Intento escapar los viernes por la tarde. En el sector sanitario, la feminización es una realidad.

¿Y eso supone un problema?

Debería ser posible dedicar al trabajo menos horas, pero tal y como está diseñado el mundo empresarial, el tiempo de dedicación es proporcional a los resultados que obtienes. En una empresa como la nuestra, que abrimos los 365 días al año, tiene que haber una dedicación plena. Lo que si observo es que hay un mayor esfuerzo en temas de conciliación por parte de la sociedad. En los niveles de altos ejecutivos debería cambiar la forma de trabajar. Para ello, debería haber mayor número de mujeres en puestos directivos. ¿Por qué no hay más mujeres al frente de las empresas del Ibex 35? También hay una tendencia a imitar el modelo masculino. Al final si quieres estar en un determinado nivel te obligas a estar ahí, a tener comidas y cenas de trabajo.

¿Ha sentido alguna vez que sus decisiones no encajaban en la empresa por el hecho de ser mujer?

El hecho de que sea mujer no plantea problemas en la gestión del grupo. En el consejo de administración hay nueve puestos y cinco están ocupados por mujeres. La mujer tiene una serie de habilidades que bien utilizadas pueden dar mucho rendimiento. Entre ellas, la paciencia, la inteligencia emocional, la constancia, algo que te enseña la maternidad, se dispersa menos, probablemente porque tiene menos tiempo. La maternidad te enseña cosas que se pueden aplicar al mundo de la empresa.

¿Cómo definiría su estilo de dirección?

Soy una persona normal con muchas ganas por seguir haciendo lo que hago, con compromiso, ilusión y sentido del humor. Me gusta delegar, crear buen ambiente para que los colaboradores den lo mejor de ellos mismos. Es mi fortaleza.

¿Qué objetivos tiene el grupo Quirón para los próximos años?

El reto es consolidar el plan de expansión y crecer como en los últimos años. Estamos cómodos con Mello de socio se refiere al empresario portugués José de Mello Saúde, que cuenta con el 37% del capital del grupo Quirón, que tiene nuestros mismos valores y objetivos. La expansión internacional no es una prioridad, como mínimo en los próximos cuatro años. El mundo es global y de grandes grupos empresariales.

'Estar en primera línea es muy estresante'

No tiene intención de ejercer la medicina. Trabajó en urgencias como parte de su formación. Porque su padre le aconsejó que si quería dedicarse a la gestión y coordinación de la medicina, 'tenía que hablar el mismo lenguaje, con el fin de que me respetarán'. María Cordón es gestora ejecutiva de hospitales vocacional. 'Siempre quise dedicarme a esto y creo que un médico tiene más estrés que un ejecutivo. Un médico tiene que tratar de salvar la vida del que tiene enfrente. No me imagino una profesión más estresante. El que está en primera línea de todo tiene mucha presión. Nada más estresante que estar en primera línea'. La clave para aliviar tensiones y asegurarse una buena gestión está en saber delegar. 'Necesitas confiar en la gente que trabaja a tu lado. Tengo suerte porque tengo a 2.000 personas de primer nivel, de las cuales el 80% son mujeres'.