'La vida cotidiana se estudia mejor con el apoyo de la economía'
Tras el éxito fulminante de 'El economista camuflado' (casi 700.000 ejemplares vendidos), Tim Harford vuelve a mostrar como la economía está detrás de las decisiones cotidianas en La lógica oculta de la vida. Avisa que en su próximo libro explicará cómo cambiar el mundo
En realidad, quería ser filósofo, pero resultó que era mejor economista. Hoy es el único del mundo que se ocupa de una sección de consultas, Dear Economist, desde la que responde con ironía a los problemas de los lectores del Financial Times. Sus preguntas del estilo de ¿por qué pagar más por una taza de café en Starbucks? han ayudado a mostrar el funcionamiento del mundo a los miles de lectores de El economista camuflado. Tim Harford, de 35 años, se sirve de nuevo de la lógica económica para esclarecer fenómenos cotidianos como por qué en su barrio no hay un punto seguro para cruzar la calle en La lógica oculta de la vida (Temas de hoy). El pasado martes, convenció a los asistentes a su conferencia en la Fundación Rafael del Pino de que después de todo, la vida no es tan irracional.
¿Cómo se despertó su interés por ver el razonamiento económico en las actuaciones humanas?
Siempre me ha interesado el comportamiento. Cuando estudiaba Económicas, la inflación o el desempleo eran temas obligados, pero lo que me atraía era ver cómo se comportaban las empresas, los trabajadores y los clientes. Competimos en lo económico, pero también con otros novios de la mujer que nos gusta. La vida cotidiana se estudia mejor con el apoyo de la economía. Hace unos cinco años el planteamiento de los economistas cambió, empiezan a buscar evidencias en lugar de desarrollar teorías. A partir de estos últimos años, la teoría se sustenta sobre un estudio sólido, analizando los costes y beneficios.
En otras palabras, la economía estaba muy alejada del resto de las ciencias sociales.
Todas las ciencias sociales ejercen ahora mismo influencia entre ellas, en parte quizá por la abundancia de información. Representa un desafío, es más difícil trabajar de esta manera, pero es apasionante. Y no solamente hay un intercambio constante entre las ciencias sociales, también se está produciendo en el campo de la física y la biología. Los intercambios son excelentes, porque de ellos se aprende muchísimo.
¿Cómo consigue que la economía interese a tanta gente?
Nunca pidas a un economista que haga una predicción. Cuando publiqué mi primer libro, esperaba vender 7.000 ejemplares y he vendido casi 700.000. No sé la razón, me gusta pensar que es porque se ciñe a la vida cotidiana, no me gusta perderme en cosas complicadas. Tengo dos niñas y me planteo seriamente como mejorar su educación o como vecino me preocupa qué se puede hacer para reducir la delincuencia. Me gustaría pensar que los que han leído el libro al salir de su casa ven las cosas desde ese otro punto de vista.
¿Qué diferencias hay entre El economista camuflado y La lógica oculta de la vida?
Ambos se ciñen a lo cotidiano, pero en el primero se plantean las realidades financieras y comerciales. Por qué funciona una cadena como Starbuck o cómo nos afecta la globalización en nuestra actividad diaria. La lógica oculta de la vida arranca de forma parecida, paseo por mi barrio con mi hija en su cochecito y empiezo a pensar en las decisiones que se toman en la vida, por ejemplo, por qué en mi barrio no hay un punto seguro para cruzar la calle, mientras que en otro cercano se puede atravesar sin problemas, o por qué hay más delincuencia. En el libro se estudia el coste/beneficio de las actuaciones, pero no en términos monetarios.
¿Qué pueden aprender de sus libros los políticos?
Aviso que el siguiente libro versará sobre cómo intentar cambiar el mundo, ése sí que lo tienen que leer los políticos. En el primer capítulo de La lógica oculta de la vida hablo de cómo los delincuentes responden de forma racional a un endurecimiento de las penas. Lo que no deben hacer los políticos es abrir más cárceles. Me gustaría que se plantearan realizar experimentos. En el Reino Unido la declaración de la renta finaliza con una frase en la que el contribuyente estipula que todo lo declarado es cierto, bien pues hay psicólogos que mantienen que si esa frase fuera el encabezamiento la gente mentiría menos. Es un experimento sencillo, pero el Gobierno no se lo plantea, porque si no funciona lo percibe como un fracaso.
¿Cuáles son las soluciones para cambiar el mundo de las que hablará en el próximo libro?
En el terreno global y nacional, nos encontramos con problemas muy serios, desde la pobreza y el cambio climático a la delincuencia o la educación. Los políticos intentan dar soluciones grandes cuando deberían plantearse múltiples pequeñas soluciones. En el libro, reflexiono sobre lo que hay detrás de una taza de café, desde el cafetal, la taza, las vacas, la electricidad.... Pienso sobre el impacto de mi café en el cambio climático. ¿ Y qué hago yo? ¿He llegado en bicicleta o en automóvil? ¿Y el camarero? ¿La electricidad es de origen eólico o térmico? Y las vacas, ¿son alimentadas con pienso que produce emisiones fatales para el Planeta? Si queremos lograr un cambio duradero no debemos quedarnos en las declaraciones grandilocuentes de los políticos y buscar cambios pequeños y constantes.
Los riesgos del mercado financiero
'Lo más interesante del riesgo es la distribución del mismo, hay pocas buenas noticias y muchas malas noticias'. Tim Harford recurre a divertidas anécdotas para demostrar que toda actuación siempre tiene en cuenta los costos y beneficios futuros, incluso sin ser conscientes de ello. En el caso de la crisis de los mercados financieros, el economista pone el ejemplo del típico amigo que siempre sale el último y llega el primero a todas partes. 'A lo mejor es porque siempre está adelantando sin visibilidad, se arriesga sin ver lo que hay delante. Es muy probable que nunca pase nada pero, como un día suceda algo, el desenlace será definitivo. Son los riesgos que evidentemente han corrido los bancos y los hegde funds, que año tras año han ido teniendo muy buenos resultados y para el que no es experto es muy difícil saber cómo los han obtenido', razona.Tim Harford es miembro del consejo de redacción de Financial Times. Fue presentador de la serie de la BBC Confía en mí, soy economista y en la actualidad lo es del programa de radio de la BBC More or Less. Su labor periodística fue reconocida en 2006 con el premio Bastiat. Antes de convertirse en escritor, trabajó en Shell, el Banco Mundial y como tutor en la Universidad de Oxford.Disfruta con la compañía de su mujer y sus hijas y con los juegos de mesa. La competencia familiar en el tablero es dura. Esta Semana Santa ha enseñado a su hija de tres años un juego de naipes denominado Uno y la pequeña ha ganado seis veces. æpermil;l sólo una.