La patronal británica augura una mayor desaceleración
La Confederación de la Industria Británica (CBI), principal asociación de empresarios del Reino Unido, auguró ayer una mayor desaceleración del crecimiento económico derivada de la crisis crediticia mundial, cuyos efectos 'aún no se han sentido en su totalidad'.
En su última previsión trimestral, la patronal predice un crecimiento económico para este año del 1,8%, que baja hasta el 1,7% para 2009. Estas cifras contrastan con sus previsiones anteriores, que calculaban un aumento de la actividad del 2% y el 2,1%, respectivamente.
La actual situación crediticia, con escasos fondos disponibles para la financiación interbancaria, ralentizará la actividad real, 'y prolongará la desaceleración hasta 2009', aseguró la CBI.
Buena situación
El ministro británico de Economía, Alistair Darling, ya rebajó el pasado día 12 sus previsiones de crecimiento para los dos próximos ejercicios, que, no obstante, se sitúan ligeramente por encima de las de la Confederación de la Industria.
Al presentar su último presupuesto, Darling pronosticó que el PIB nacional avanzará este año entre un 1,75% y un 2,25%; 0,25 puntos porcentuales por debajo de su anterior previsión. El Ejecutivo británico calcula que en 2009 la actividad se recuperará levemente y se incrementará entre el 2,25% y el 2,75%. Pese a este recorte de previsiones, el ministro recordó que la baja inflación (del 2,5%) y unos niveles récord de empleo colocan al Reino Unido en una buena situación para hacer frente a una ralentización de la economía mundial. La patronal predice que el IPC se elevará al 3,2% tras el verano.
Advertencia a la banca
El asesor financiero de la CBI, Ian McCafferty, reconoce que las empresas británicas gozan de buena salud gracias a los beneficios de años pasados, pero advirtió que si persisten las dificultades para obtener crédito, los bancos sufrirán la crisis también en 2009.