Vigilancia sobre EE UU
Las nuevas previsiones a la baja sobre el crecimiento económico que hizo públicas el jueves la OCDE muestran, sin lugar a dudas, el efecto que las turbulencias financieras están teniendo sobre la economía real de las principales áreas desarrolladas del planeta. Especial importancia es el caso de EE UU, para quien la institución prevé un crecimiento nulo en el segundo trimestre. Pese a que la UE y los países emergentes conservan aún cierta frescura en su demanda interna, la influencia de EE UU sobre el resto de economías sigue siendo poderosa. Por eso, es de esperar que tanto la Reserva Federal como el BCE mantengan como hasta ahora acciones concertadas en los mercados financieros, aportando toda la liquidez posible al sistema, para que la fiebre que está sufriendo la economía de EE UU no acabe convirtiéndose en una gripe generalizada de impredecibles consecuencias.