Sony Ericsson advierte de un freno en las ventas de móviles
Sony Ericsson advirtió ayer de una ralentización en el crecimiento de las ventas de móviles durante el primer trimestre 'lo que tendrá un impacto negativo en los beneficios antes de impuestos'. La filial de Sony y Ericsson precisó que ha notado un freno en las ventas de terminales de las gamas media y alta.
La compañía prevé comercializar cerca de 22 millones de terminales entre enero y marzo con un precio medio de 120 euros. 'Esto generará unas menores ventas netas con respecto al primer trimestre de 2007 y un beneficio antes de impuestos de entre 150 y 200 millones de euros que en el pasado ejercicio debido al incremento de los gastos en investigación y desarrollo', explicó la compañía. En el mismo periodo de 2007, Sony Ericsson registró un beneficio antes de impuestos de 362 millones de euros. No obstante, los directivos del grupo precisaron que los márgenes brutos permanecerán estables en relación al pasado año, y señalaron también a los problemas de suministro de algunos componentes como una de las causas de la evolución de las ventas en este periodo.
En cualquier caso, el anuncio tuvo repercusiones directas en los mercados financieros. Los títulos de Ericsson cayeron un 7% arrastrando a los de su rival Nokia, que se dejaron un 5,8%. La empresa finlandesa tampoco quiso pronunciarse sobre la situación.
Dentro de este contexto, diversos analistas coincidieron en que la ralentización económica va a inducir unas menores ventas de productos de electrónica de consumo, entre los que el teléfono móvil es uno de los principales estandartes. Algunos han ido más lejos y han señalado que el anuncio de Sony Ericsson es peor de lo que se esperaba. Francois Duhen, analista de CM-CIC Securities, dijo a Reuters que la debilidad del sector podría extenderse uno o dos trimestres más dependiendo del escenario económico de EE UU y de si la crisis se amplía o no a Europa.
Lo cierto es que no es la primera mala noticia en este sentido. Hace dos semanas, Texas Instruments redujo sus estimaciones para este trimestre advirtiendo del menor número de pedidos de nuevos chips por parte de los fabricantes de móviles.