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Resultados

La cancelación de contratos sacude el beneficio de Siemens

Siemens reconoció ayer que sus beneficios sufrirán un impacto negativo de 900 millones de euros en este trimestre a causa de la cancelación o retraso en la ejecución de contratos en negocios como la energía, el transporte o las tecnologías de la información. El anuncio provocó una caída del precio de las acciones del gigante germano en la Bolsa del 17%.

Malos tiempos para Siemens. El retraso y la cancelación de contratos se han cebado con los beneficios de la empresa. En una conferencia con analistas en inversores celebrada en la mañana de ayer, el gigante alemán reconoció que sus ganancias se resentirían en 900 millones durante su segundo trimestre fiscal (que concluye a final de marzo).

La dirección de la empresa no ha precisado cuál será el beneficio total que puede alcanzar en este periodo. Aunque, analistas citados por la agencia Bloomberg habían apuntado con anterioridad al anuncio de ayer que las ganancias iban a situarse en 1.150 millones de euros. Es decir, de ser ciertas las expectativas de estos expertos, el beneficio de Siemens se reduciría en un 78% entre enero y marzo.

Siemens aseguró que estas cargas deberían ser la mayor parte de los esperadas para el conjunto del ejercicio. Aunque, fuentes del mercado advirtieron que podrían ser superiores, 'pudiendo llegar a recortar hasta un 20% del beneficio operativo previsto para el año'.

Los directivos de la compañía explicaron que el mayor impacto, que asciende a 600 millones de euros, será el sufrido por su división de energía. El grupo indicó que ante el gran número de proyectos llave en mano acumulados en su libro de pedidos desde 2004, la compañía ha sido incapaz de asegurarse suministros para cumplirlos, y admitió que tampoco ha conseguido reclutar a todo el personal necesario para poder ejecutarlos.

En este sentido, algunos analistas comentaron que estos aplazamientos de contratos son consecuencia de las dudas de muchas empresas del sector ante el posible deterioro de la economía en todo el mundo. Además, recordaron que Siemens se puede ver afectada por la revalorización del euro frente a monedas como el dólar.

En la filial de Transporte y Movilidad, el impacto negativo rondará los 200 millones de euros, de los que 50 millones estarían asociados a retrasos en el proyecto del tren Transrapid en China. Asimismo, Siemens justificó estas cargas en los retrasos de algunos grandes proyectos, así como en la rehabilitación de productos en su programa de tranvías Combino. Por último, en el negocio de Soluciones y Servicios de Tecnologías de la Información, los impactos negativos ascenderán a 100 millones de euros. Aquí, Siemens ha culpado de esta situación, sobre todo, a la cancelación de un contrato de 85 millones de euros con el Departamento de Trabajo y Pensiones de Reino Unido.

Ante esta situación, la empresa germana ha decidido revisar todo su libro de pedidos para detectar posibles nuevos problemas y aseguró que va a ser más selectiva a la hora de aceptar proyectos llave en mano. Además, los resposnables de Siemens se apresuraron a indicar que se mantienen sus previsiones de crecimiento hasta el año 2010.

Duro castigo del mercado

Sin embargo, y pese a estas palabras, los títulos de Siemens se hundieron ayer un 17%, convirtiéndose en el peor valor del Euro Stoxx 50. Desde principios de año, sus acciones acumulan una caída del 39%. Sin duda, un varapalo para los títulos de una empresa que, durante muchas semanas fueron consideradas como refugio para los inversores. Y malas noticias para los accionistas del grupo, encabezados por la familia Siemens y grandes gestoras de fondos como UBS, Capital Research & Management, Templeton o Fidelity.

Ahora, fuentes del mercado afirman que las cargas asociadas a este tipo de problemas por cancelación de contratos podrían aumentar en los próximos trimestres, lo que amenazaría con seguir lastrando las cuentas del conjunto del año. De ser así, las acciones de Siemens seguirían siendo penalizadas en los mercados.

Deterioro en plena reestructuración900

El anuncio realizado ayer por Siemens se produce en pleno proceso de reestructuración, puesto en marcha por el nuevo consejero delegado Peter Löscher. Diversos medios financieros coincidieron en señalar que esta cancelación de contratos supone un fuerte retroceso para la estrategia del directivo. La consultora británica Ovum recordó que Löscher ha tratado desde un primer momento de limpiar el nombre de Siemens, envuelto hasta su llegada en un escándalo por el presunto pago de comisiones a otras empresas para la concesión de contratos.El consejero delegado ha puesto en marcha una estrategia para adelgazar la compañía y tratar de ganar cuota de mercado a competidores como la estadounidense General Electric. Para lograrlo, ha reducido el número de directivos y ha reorganizado el grupo en tres grandes divisiones frente a las diez unidades de negocio que tenía con anterioridad.Además, bajo el mando de Löscher, la empresa comunicó a finales de febrero que reduciría la plantilla de su filial Siemens Enterprise Communications en 3.800 empleados (un 21,5% del total de la división). Además, la firma puso en venta diversos centros de producción de esta unidad en países como Brasil o Grecia así como los negocios de call center en naciones como Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.

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