Las memorias de Greenspan llegan a las librerías
Alan Greenspan fue presidente de la Reserva Federal estadounidense bajo los mandos de Ronald Reagan, George H. W. Bush, Bill Clinton y George W. Bush. Ahora en La era de las turbulencias (Ediciones B), que ayer salió a la venta, Greenspan narra su vida desde finales de los años veinte, haciendo especial hincapié en sus años en el cargo.
Durante su mandato, vivió momentos tan trágicos como el atentado del 11 de septiembre o la Guerra de Irak. En sus memorias, el que fuera presidente del banco central más poderoso del mundo, describe su experiencia al frente de uno de los organismos más poderosos del planeta y analiza el devenir de la economía mundial en las últimas dos décadas, con el fin de explicar 'la naturaleza de este nuevo mundo: cómo hemos llegado hasta aquí, qué estamos viviendo y qué es lo que nos espera en el horizonte'.
Desde que llegó a la Reserva Federal en 1987, Greenspan ha tenido el privilegio de interactuar con los protagonistas clave de la política y ha tenido un acceso sin parangón a toda clase de información sobre la economía mundial. Por esa razón, el cargo de presidente de la Reserva Federal está considerado como el puesto más influyente después del de presidente de los Estados Unidos.
Su experiencia queda reflejada en estas memorias, que comenzó a escribir tras dejar su cargo en febrero de 2006.
En sus páginas pueden encontrarse las claves para comprender el crack que sobrevino después de su salida de la institución. Greenspan es el responsable de la política de bajos tipos de interés de los últimos años.
Personalidad de largo recorrido, cuenta en su memoria con algo más que unas cuantas muescas: vivió de niño las consecuencias de la crisis del 29, la destrucción infinita de la Segunda Guerra Mundial cuando era un aspirante a músico, la polarización de la Guerra Fría, el conflicto de Vietnam, la crisis del petróleo del 73, la caída del muro de Berlín y unificación de Alemania, la época dorada en la década de los 90 Recién llegado a la Presidencia de la Fed fue testigo del batacazo bursátil del 87, cuando la bolsa registró la mayor pérdida de la Historia en un solo día. Toda una vida repleta de recuerdos para rememorar.