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Tribuna
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Una prioridad para el nuevo Gobierno

Leo en la prensa de estas semanas, en plena campaña electoral, la destitución de dos funcionarios del Ministerio de Fomento por la deficiente instalación de protecciones de guarda raíles en la N-340.

La misma noticia incluye unas declaraciones de la ministra de Fomento en las que señala: 'Nosotros somos los que hemos diseñado las barreras, hemos dicho cómo tienen que ser, así que, ¿cómo vamos a instalar otra cosa distinta?... Hemos hecho un plan para poner las barreras más seguras'. Y el periodista afirma que el proyecto pasó por las manos de la Oficina de Supervisión de Proyectos.

Y tanto lo que dice la ministra como lo que indica el periodista es correcto. ¿Cuál es entonces el problema?

El problema, que la Asociación Nacional de Empresas Constructoras de Obra Pública (Aerco) viene denunciando desde hace años, es que luego estos proyectos, en principio válidos y correctamente realizados, son adjudicados a empresas que efectúan unas bajas en la licitación que hacen imposible que la obra ejecutada resulte de la calidad exigida por el proyecto aprobado por la correspondiente oficina pública.

Denuncia que no es sólo nuestra, sino que también ha sido efectuada por la patronal de la Ingeniería (Tecniberia) y la Federación Internacional de Consultores en Ingeniería (Fidifc), que han coincidido en señalar el resentimiento de la calidad de las obras cuando se prima la oferta económica sobre la técnica.

La obra de protección de guarda raíles señalada al principio se adjudicó con una baja del 26%. ¡Pero es que se han adjudicado refuerzos de firme en la misma zona de Andalucía con bajas superiores al 50%! Y es metafísicamente imposible ejecutar con estas bajas un proyecto adecuadamente supervisado. No sé con qué baja ni a quién se adjudicaron las obras de terminación de la N-323 -Bailén-Granada-Jaén- pero es lamentable que una carretera nacional terminada hace menos de seis años esté casi intransitable y plagada de carteles con la leyenda: 'peligro, firme en mal estado'.

El día que escribo estas líneas se ha abierto una licitación del ADIF para una plataforma de línea de alta velocidad en la que una importante empresa ha realizado una baja ¡del 40%! Se han presentado a dicha licitación más de treinta empresas con una baja media superior al 33%. Y ello en un momento en el que el precio de algunos materiales de construcción, el acero por ejemplo, está por las nubes.

Si se sigue primando la oferta económica sobre la técnica, desde luego se dispondrá de más dinero para realizar infraestructuras, pero su calidad se resentirá gravemente. La modificación por el nuevo Gobierno -sea del signo que sea- de los sistemas de contratación de la obra pública de forma que se eviten estas disparatadas bajas y se penalice a las empresas que no ejecuten correctamente y en plazo las obras adjudicadas, es una prioridad.

Salvo que se piense que estemos en un país mágico en el que las empresas constructoras tienen como principal objetivo el de perder dinero.

Jesús Sancho Rof Presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Constructoras de Obra Pública (Aerco)

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