El ajuste de la vivienda rescata del olvido a las subastas
La pujas por internet reinventan la forma de comprar casa.
Las crisis son tiempos adversos, pero también tiempos de oportunidades. Y el sector inmobiliario no iba a ser menos.
Desde que comenzó a constatarse que había llegado la desaceleración al mercado de la vivienda y el Banco Central Europeo decretó las primeras subidas de tipos de interés, bancos, cajas y todo tipo de empresas con gran cantidad de inmuebles en sus carteras volvieron a pensar en la opción de la subasta para dar salida a buena parte de esos activos.
Para el olvido parece haber quedado ya la mala prensa que acechó durante años a las subastas por el fenómeno de los subasteros, aquellos profesionales que se dedicaban a comprar toda clase de inmuebles en estos actos a precios muy interesantes que luego revendían a particulares con cuantiosas plusvalías y escaso asesoramiento, lo que después se traducía en no pocas ocasiones en algún que otro desengaño.
Hoy se cierra la venta de otros 22 inmuebles
En la actualidad, el sector se ha profesionalizado e internet ha revolucionado la forma de visitar los inmuebles, obtener información relativa a los mismos y realizar las pujas.
De hecho, hace sólo un par de años, cuando todavía el mercado inmobiliario vivía los efectos dulces del pasado boom eran tan escasas las subastas y con productos tan dispersos por toda la geografía nacional que las ventas se realizaban a través del ciberespacio y no a la manera tradicional de las sesiones presenciales.
Ahora, el número de empresas y entidades financieras que acuden a las compañías especializadas en organizar subastas ha aumentado significativamente, por lo que vuelven a celebrarse de forma presencial.
De hecho, tal y como explica Marisela González, directora del Área de Subastas de Atisreal, empresa líder del sector, incluso los promotores inmobiliarios ven, aún tímidamente, en esta fórmula de comercialización una salida interesante para su stock de casas ante la atonía de la demanda.
'El éxito de una subasta depende de encontrar productos atractivos a precios interesantes. Si esto ocurre, la concurrencia está asegurada', añade.
Así pasó en la subasta celebrada por Atisreal en noviembre pasado que congregó en Madrid a más de 500 personas interesadas en un lote formado por 92 inmuebles, de los que se adjudicaron 79, casi el 86%.
Pese a la coyuntura actual de desaceleración, los precios finales registraron un incremento promedio del 15% sobre los de salida, que se habían situado a partir de los 300.000 euros.
'El cliente comprobó que era un buen producto, con precio atractivo y no dudó en comprar', recalca González.
Después del éxito de la subasta celebrada en noviembre, Atisreal culmina hoy viernes una nueva venta de 22 lotes de viviendas propiedad de Metrovacesa situadas en el madrileño barrio de Chamberí con precios de salida que oscilan entre los 385.000 y 685.000 euros, lo que representa interesantes descuentos al tratarse de unas de las zonas más exclusivas de la ciudad, donde el precio del metro cuadrado supera los 5.000 euros. Con los datos de ayer, la mitad de las viviendas ya habían recibido pujas.
Al mismo tiempo, hasta el próximo 3 de abril está abierto el plazo para pujar por más de 400 inmuebles de todo tipo (casas, plazas de aparcamiento, locales comerciales, entre otros) que Atisreal ofrece repartidos por toda la geografía nacional, lo que demuestra que el sector atraviesa su particular boom y las previsiones apuntan a que así va a continuar a corto y medio plazo.
No en vano, en una coyuntura de desaceleración económica, lo lógico es que aumenten los procedimientos concursales y los procesos de ejecución y liquidación de sociedades, por lo que los expertos consultados auguran que en los próximos meses aumentará el número de operaciones de este tipo.
Decisiones paralizadas
'Falta por comprobar si los promotores van a empezar a ver en las subastas una posible salida a los problemas que están teniendo en la actualidad para vender sus inmuebles en stock', afirma Marisela González.
'Son conscientes de que tendrán que bajar los precios, y dadas las características de este sector se resisten a hacerlo, pero lo cierto es que nadie sabe hasta cuánto', añaden desde Atisreal.
Otros analistas consideran que aún subyace cierta sensación de temor o psicosis sobre cuál va a ser el devenir del sector.
'Las empresas, lo normal es que dejen pasar este primer trimestre del año para tomar una decisión sobre qué activos deben vender y cuáles no. Además, hay que tener en cuenta que muchas decisiones de inversión o compra de inmuebles están paralizadas hasta comprobar qué resultado arrojan las urnas el próximo domingo', explica un consultor. En cualquier caso, una de las pocas certezas que existe hasta ahora en el sector es que en los próximos meses aumentará de manera significativa la oferta de vivienda en la costa a precios muy competitivos.
Mucho inversor y comprador de primera residencia
Tradicionalmente se ha asociado a las subastas el perfil del comprador inversor. Sin embargo, incluso en un entorno como el actual de grave ajuste en el mercado inmobiliario, la última gran subasta celebrada en Madrid ha revelado que no siempre es así.'Evidentemente hubo muchas compras con fines inversores, ya que se trataba de un producto atractivo en una zona exclusiva de la capital donde la revalorización está siempre garantizada', explican fuentes de la empresa organizadora.'Sin embargo, también asistieron particulares que compraron casas para residir en ellas o adquirieron más de una pensando en sus hijos', añaden.