La CEOE aborda hoy el cese de Jiménez Aguilar como número dos de la patronal
Poco ha durado la paz en Diego de León, 50 -sede de la patronal CEOE-, tras el nombramiento de Gerardo Díaz Ferrán como presidente de los empresarios hace poco más de un año.
El enfrentamiento personal entre el secretario general y vicepresidente de CEOE, Juan Jiménez Aguilar, y el nuevo presidente ha salido finalmente a la luz. De hecho, su permanencia como número dos ejecutivo de CEOE será discutida hoy por los vicepresidentes de la patronal, que han sido convocados por Díaz Ferrán para abordar la continuidad o cese del secretario general.
Algunas fuentes empresariales apuntan a que el enfrentamiento ha surgido por las diferencias entre el modelo de patronal que quiere Díaz Ferrán -más defensora de intereses particulares de las grandes empresas españolas- y uno, más tradicional, vinculado a demandas empresariales más generalistas. Este último es el modelo que Jiménez Aguilar ha llevado a cabo desde 1984, como número dos del ex presidente, José María Cuevas.
Sin embargo, otras fuentes apuntan que la polémica ha surgido 'por un enfrentamiento personal, de caracteres, entre Díaz Ferrán y Jiménez Aguilar, más que por un modelo de gestión'.
Es más, estas mismas fuentes argumentan que, de hecho, la persona que propondrá el presidente para sustituir al número dos de CEOE es José María Lacasa, actual responsable de Relaciones Internacionales de la patronal y perteneciente al equipo de Cuevas. De ahí, que su nombramiento como secretario general no implicaría un cambio radical de modelo de gestión.
No obstante, los vicepresidentes que se reúnen hoy no tienen poder decisorio para acordar el cese de Jiménez Aguilar. Así que, lo más probable es que si su decisión es proponer que abandone la secretaría general, deberá ser la Junta Directiva del próximo 12 de marzo la que decida el cese en votación secreta.
Distintas fuentes coinciden en que la mayoría de los vicepresidentes ven bien que Jiménez Aguilar deje de ser el número dos. Así, podrían proponerle que renuncia a la secretaría general -que es el cargo que le hace ser el negociador de CEOE en el diálogo social- y que mantenga una vicepresidencia o, incluso la vicepresidencia primera o adjunta a la presidencia.