Dos filiales del grupo Jale suspenden pagos
La imposibilidad de cerrar un acuerdo con los bancos para negociar una deuda de unos 360 millones que acucia al Grupo Jale, la mayor promotora inmobiliaria gaditana, ha motivado que dos de sus empresas, Jale Construcciones e Inmobiliaria Amuerga, hayan presentado la solicitud para ser declarada en concurso de acreedores.
Las dos cabeceras del Grupo Jale relacionadas con el negocio del ladrillo, Jale Construcciones e Inmobiliaria Amuerga, han entregado en el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz la declaración en concurso (antigua suspensión de pagos).
La compañía que preside el empresario madrileño afincado en Cádiz, José Antonio López Esteras, matizó ayer que ambas 'son las únicas que se acogen a esta figura jurídica concurso de Acreedores dentro de las varias sociedades que pertenecen a este holding familiar'. Jale cuenta con una división hotelera a través de la que es propietaria del hotel marbellí Incosol.
La decisión viene motivada por la 'imposibilidad de atender a corto plazo los compromisos de pago'. Desde Jale se argumenta que el parón en el mercado inmobiliario y la situación de 'desconfianza general' de las entidades financieras se han conjugado en contra de los intereses de sus empresas. A este problema, que Jale entiende como coyuntural, se une el retraso en las 'aprobaciones de determinados proyectos inmobiliarios', según la empresa.
Días atrás CincoDías desveló la operación de venta del principal hotel de Jale Monasterio, cadena hotelera del grupo. Se trata del hotel Monasterio de San Miguel, en el Puerto de Santa María (Cádiz), a partir del que Jale ha levantado desde 1989 un negocio basado en establecimientos singulares y de lujo. El Monasterio de San Miguel ha pasado a manos del BBVA a cambio de 24 millones, tras lo que Jale mantiene la gestión y se reserva una opción de recompra en 2018.
Este periódico también adelantó el pasado lunes la situación crítica del grupo. Su equipo financiero lleva semanas negociando con un grupo de bancos y cajas una deuda que ronda los 360 millones con vencimientos a corto plazo. Con el viento en contra, Jale Construcción ha congelado un plan por el que pretendía levantar centenares de viviendas en El Puerto de Santa María y vio cómo se le paralizaban la semana pasada unas obras en Jerez por el impago a la subcontrata.
Jale apunta que la situación patrimonial de Jale Construcciones y de Inmobiliaria Amuerga es sólida y que el grupo cuenta con activos por unos 700 millones. Pero ahora toca 'intensificar esfuerzos en un ambicioso plan de desinversión', en el que se incluyen desde suelo residencial y terciario, hasta hoteles. El objetivo es reducir deuda y 'garantizar la continuidad de las actividades'.
Jale Construcciones, muy expuesta al negocio residencial, y Amuerga, especializada en la gestión de suelo, tienen en Andalucía su principal área de actuación, al margen de estar presentes en Ávila, Toledo o Murcia.
Las últimas cuentas registrada de Jale Construcciones, las de 2006 revelan un beneficio de 370.000 euros y una cartera en 2007 de 94 millones. En cuanto a Amuerga, comercializa promociones que suman más de un millar de viviendas y cerró 2006 con 3,4 millones de beneficio.
El lujo como objeto para seducir al capital
Jale Monasterio, división hotelera del Grupo Jale, es propietario del hotel marbellí Incosol, entre otros activos. Además de este emblemático establecimiento de salud y belleza de la Costa del Sol, cuenta con un lujoso cinco estrellas en El Puerto de Santa María (Hotel Duques de Medinacelli), tres hoteles de cuatro estrellas (uno de ellos en Alemania), un par de tres estrellas y la Hacienda Las Beatillas, un complejo en El Puerto que hace las veces de centro de congresos.Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que Jale trata de captar un inversor que comparta capital en este negocio, al tiempo que ha propuesto a distintos bancos la venta de establecimientos con opción de recompra. La primera operación, sobre el hotel Monasterio de San Miguel, se cerró en enero con el BBVA.Jale no hace mención alguna a los proyectos de futuro, entre los que se encuentra el segundo Incosol. Ese proyecto, en Cáceres, cuenta con un presupuesto de 200 millones.