Zapatero promete servicio de guardería en las pymes
La dirección de UGT rindió ayer honores a José Luis Rodríguez Zapatero, horas después del primer duelo televisivo con Mariano Rajoy. Su secretario general, Cándido Méndez, le cedió al presidente la sede de la madrileña Avenida de América para que hiciera un canto al gasto social y presentara al PP como una auténtica amenaza para los trabajadores. Zapatero también hizo allí un nuevo anuncio: el Gobierno financiará la contratación de educadores infantiles en aquellas empresas de más de seis empleados que así lo requieran.
El sindicato no sólo brindó una acogida excepcional a Zapatero en esta cita anual que ya se ha convertido en costumbre. También arropó entre aplausos al vicepresidente económico, Pedro Solbes, quien ha empezado a brillar con luz propia en todos los actos que organiza el PSOE desde que hace quince días pinchó el globo del número dos del PP por Madrid, Manuel Pizarro. Haciendo gala de una gran libertad de expresión en la sede de UGT, Solbes elogió a los empresarios por su contribución al diálogo social, reconoció que la relación con Cándido Méndez 'es magnífica' y se nutre con el hilo directo y también confesó que, a veces, Zapatero le ha transmitido que 'el superávit era excesivo' y tenía 'ambición por hacer más cosas'.
También ofreció el vicepresidente alguna clave sobre las razones que le han motivado a aceptar su continuidad en el cargo en el supuesto de que el PSOE gane las elecciones de marzo. 'A mi edad no se está en un proyecto si no hay una causa que lo justifique'. Muchas cabezas que le estaban oyendo pensaron en la desaceleración que está por llegar, un fenómeno cíclico que, a juicio de Solbes, no necesitará de políticas distintas a las ya aplicadas por el Gobierno en los últimos años: inversión en infraestructuras, en investigación, desarrollo e innovación y en política social.
Los trabajadores y el PP
Zapatero se comprometió ayer a intensificar en la próxima legislatura las políticas de conciliación laboral y familiar y anunció la disposición del Gobierno a financiar la contratación de educadores infantiles en aquellas empresas de seis o más trabajadores que así lo soliciten. 'Hay recursos suficientes y se van a dedicar a los jóvenes, a las ayudas a la vivienda, a los mayores y a reforzar las políticas sociales', abundó el presidente.
Zapatero presentó al PP como 'una amenaza para los trabajadores'. A los sindicalistas les dijo que estos últimos 'no tienen nada que agradecer' al PP ya que 'desprecia las políticas sociales'. Lo primero que hará el 10 de marzo si gana las elecciones, anunció, será llamar a Cándido Méndez, al secretario general de Comisiones, José María Fidalgo, y al presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, para concertar la hoja de ruta de la concertación para la próxima legislatura. En su mente está incorporar a la negociación, además de la reforma del mercado laboral, la política industrial, la reestructuración del sector energético y la educación infantil. No habrá reformas, insistió una vez más Zapatero, sin pactos previos con empresarios y sindicatos.
Margen para más anuncios
Los periodistas que siguen la caravana electoral del PSOE observan como Zapatero repite casi los mismos argumentos mitin tras mitin y aguardan expectantes a la mitad de cada intervención para ver si el presidente hace algún nuevo anuncio y da el titular. Todavía tiene margen para ello, pues la memoria económica le ha reservado 1.000 millones de euros para ello.
Un presidente con principios que desprecia la demagogia
Puede estar en cuestión si Zapatero ganó o no el debate con Rajoy, pero lo que es seguro es que ha triunfado en el posdebate, esto es en el acierto de transmitir a la opinión pública que ha sido el triunfador, a través de los informativos, las encuestas, las tertulias de radio y televisión y los blogs en internet. Esta segunda parte del debate es tan importante como la primera porque refleja la foto de la victoria o de la derrota, como bien saben Pedro Solbes y Manuel Pizarro.Zapatero sólo aludió ayer en la sede de UGT al duelo televisivo que había mantenido la noche anterior con Rajoy para recordar uno de los principales flancos débiles que asomó el líder del PP: su olvido de las políticas sociales. Esta va a ser, sin duda, una de las principales bazas que el presidente del Gobierno está dispuesto a explotar a tope en el debate previsto para el próximo lunes, pues es justamente donde el balance de la legislatura ya terminada ofrece más brillo.Zapatero se definió ayer en la sede madrileña de UGT como 'un presidente con principios' que 'desprecia la demagogia', sobre todo cuando se utiliza contra 'los seres humanos'. Se refería así el presidente al problema de la inmigración, uno de los puntos fuertes del discurso del PP que Mariano Rajoy aspira también a exprimir en lo que resta de campaña electoral para intentar atraer lo que queda de voto indeciso.